El campo santo no siempre es la última morada de las personas.

Cuando un ser humano muere, regularmente sus familiares le tienen destinado un lugar de descanso.

Habitualmente es un panteón o una Iglesia que cuente con nichos para cenizas.

Sin embargo, los cuerpos de la gente que no son reclamados o que no son identificados no tienen la misma suerte.

En este caso, en Puebla, como en el resto del país, terminan en una fosa común.

En noviembre del 2021, los cadáveres de estas persas empezaban a hacinarse en la fosa común que estaba en el Servicio Médico Forense (SEMEFO) ubicado sobre la avenida 11 Sur.

La Fiscalía General del Estado (FGE) creó un panteón forense en La Piedad de la capital de Puebla.

El espacio cuenta con nichos construidos con características específicas para conservar los cadáveres y que el olor que desprenden no afecte el ambiente ni a la ciudadanía.

Según el organismo, los espacios tienen al interior un especie de desnivel que está conectado a un sistema de drenaje especial e independiente al del registro urbano.

En estos seis meses de funcionamiento del panteón forense han sido sepultados cerca de 12 cuerpos.

La FGE indicó que el proceso de sepultura en esta fosa común se mantiene.

Es decir, detalló, las autoridades ministeriales le practican la necropsia al cuerpo que llegue a las instalaciones del SEMEFO.

En caso de que nadie lo reclame durante las próximas 72 horas consecuentes, lo sepultan en la fosa común.

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