Año con año, en el carnaval del municipio de San Nicolás de los Ranchos, los xinacates conviven con los huehues.
Se trata de personajes que rompen con el estereotipo de los personajes de carnaval, en principio por su color.
Como si fueran precursores del body paint, jóvenes de la localidad pintan su torso desnudo de negro o plata.
Entre otros elementos, para decorar su cuerpo, utilizan aceite quemado de automóvil, pigmentos para cemento o aceite vegetal.
Complementan su caracterización con máscaras, por ejemplo, de luchadores, antifaces o simplemente aplican diamantina de colores en sus rostros.
Y con ello hacen que el carnaval sea único.
Los participantes en el Carnaval de San Nicolás de los Ranchos se dividen en dos bandos, “los máscaras” y los xinacates, también llamados judíos o pintados.
Los xinacates, en grupos de hasta veinte integrantes, vagan por las calles de la comunidad. En ocasiones algunos arrastran cadenas, en una muestra de alegría pagana.
A lo largo de su recorrido, los xinacates asustan a paseantes y turistas, al tiempo que se dejan fotografiar e incluso abrazar.
El Carnaval de San Nicolás de los ranchos culmina antes de que se conmemore el Miércoles de Ceniza.
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