La tercera ola de Covid obligó a los restaurantes a restringir aún más su actividad comercial para poder mantenerse abiertos.

El Universal Puebla hizo un recorrido en varios establecimientos de comida ubicados en el zócalo de la ciudad, a fin de atestiguar el cumplimiento de las medidas establecidas en el decreto publicado en el Periódico Oficial del Estado, que entró en vigencia el pasado 14 de julio.

Los encargados compartieron los protocolos que han aplicado, pero aseguran que son los comensales quienes cuestionan, se molestan y se resisten a respetar las reglas, sobre todo, turistas.

“Hay quienes nos preguntan qué es lo que les estamos poniendo, y hay hasta quienes casi piden ficha técnica de qué es lo que les estamos poniendo”, dijo la propietaria de un restaurante de comida japonesa.

“Hay clientes que se incomodan y hay otros que no creen lo de la pandemia y piensan que es una exageración el que se proteja de esta forma, pero es tanto por la seguridad de ellos como del lugar”, compartió el mesero del restaurante La Antigua China Poblana.

(La sanitización) es un tema un poco difícil con los clientes, porque hay quienes no la aceptan como tal; digo, cada quien tiene sus formas de pensar, pero nosotros procuramos a la mayoría desinfectarlos. Piensan que es algo que no va ayudar ni los previene de muchas cosas, lo cual es erróneo”, mencionó el gerente del restaurante El Comal.

Estas versiones coinciden con lo observado durante el recorrido en el zócalo, donde a pesar de la tercera ola de contagios que se vive en el estado y sobre todo, en la capital, algunos peatones paseaban por el primer cuadro de la ciudad sin lo básico, como es el cubrebocas.

Patricia Combo, propietaria de un restaurante japonés, compartió que su establecimiento sigue aplicando las mismas medidas que entraron en vigor desde el año pasado, como mantener un aforo del 30 por ciento y las mesas separadas a una distancia de 1.5 metros, además del uso de gel y tapete sanitizante.

“Cuando llega la gente nosotros les aplicamos sanitizante en todo el cuerpo, les pedimos el uso de cubrebocas, y les tomamos la temperatura”, dijo tras señalar que desde el anuncio de los decretos el año pasado, continuamente hay la vigilancia de supervisores.

 

Sergio Fuentes Martínez, mesero en el restaurante La Antigua China Poblana, refirió que el compromiso con los comensales es alto, de tal manera que no solo implementan el protocolo de higiene y sana distancia que dictan las autoridades correspondientes, sino que dan un plus para cuidar a los clientes y a los trabajadores.

Aseguró que cuatro veces al día sanitizan el lugar con ozono y desinfectan sus manos con un líquido que elimina virus y bacterias.

Además, comentó que el letrero de reservado en las mesas les permite guardar distancia entre los comensales.

En este establecimiento -que se ubica en el Portal Morelos- no cuentan con servicio exterior, como la mayoría de los comercios vecinos, pues a decir de Sergio Fuentes, es otra manera de cuidar la salud de los clientes.

“La recomendación a las personas si salen al centro, sean turismo o no, es que respeten las medidas sanitarias… porque hay muchos que andan en la calle sin cubrebocas. También que cuiden a los niños principalmente porque no tienen la vacuna aún”, acotó.

En ese sentido, se pudo observar que algunos restaurantes ubicados en este portal que tienen servicio en el exterior no cumplen con la separación de las mesas, como es el caso del lugar especializado en comida italiana.

“Hay que hacernos conscientes que debemos cuidarnos porque esto todavía no acaba y tenemos que seguir las medidas que el gobierno nos impone. Aquí, en el restaurante El Comal tenemos tapete sanitizante, gel antibacterial, líquido para desinfectar mesas, sillas y a los clientes que nos dan oportunidad”, explicó José Benito Moreno, gerente de este restaurante.

Dijo que para contar con el sello de restaurante seguro mantiene la distancia entre comensales, mientras realiza también el servicio a domicilio.

Las personas que se dedican al sector restaurantero -señaló- toman muy en serio todo el protocolo de protección “porque a todos les interesa que la economía se reactive”.

Julio César Regata Rodríguez, recepcionista hostess del restaurante Sabor a Puebla, señaló que debido al decreto antes contaban con 10 mesas en el exterior, pero ahora sólo tienen seis y refirió que en caso de que ingresen familias o grupos de turistas, se les informa que por mesa sólo debe haber 3 o 4 personas.

Además, indicó que al personal se le prohíbe el uso de barba o bigote y aplicar otras medidas como lavarse constante las manos, traer uñas recortadas, cabello corto, zapato boleado, uniforme limpio y uso obligatorio de cubrebocas.

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