Desde 2011, el municipio de Pahuatlán, en la sierra Norte de Puebla, recibió el nombramiento de Pueblo Mágico por parte de la Secretaría de Turismo (Sectur) federal, por su belleza natural, sus hermosos paisajes y la elaboración del papel amate.
Pero en la actualidad, Pahuatlán y sus comunidades lucen severamente afectadas por las lluvias que generó la tormenta tropical “Jerry” el pasado 9 de octubre, ya que varias horas continuas de precipitaciones pluviales ocasionaron deslaves, derrumbes e inundaciones.
Esta contingencia afectó un total de 23 municipios de las sierras Norte, Nororiental y Negra.
Y en la Sierra Norte de Puebla, el Pueblo Mágico de Pahuatlán fue uno de los municipios con más daños en su infraestructura, además de que quedó incomunicado.
El Pueblo Mágico de Pahuatlán tiene varios sitios turísticos que ahora están en riesgo por las inclemencias del clima.
Lo anterior son solo algunos de los sitios imperdibles para conocer en Pahuatlán, pero después de los deslaves e inundaciones, el Pueblo Mágico tiene otra cara.
Algunos de los atractivos turísticos se han perdido, o por lo menos destruido en parte. Tal es el caso de la localidad de San Pablito, la cual quedó completamente incomunicada desde el 9 de octubre y fue hasta el 15 del mismo mes cuando autoridades federales y estatales, lograron llevar despensas y ayuda vía aérea.
Los talleres donde las familias han elaborado durante años las artesanías con papel amate, hoy lucen con lodo y piedras que tienen que retirar con palas y picos porque la maquinaria no tiene acceso.
Otro sitio turístico es el Puente Colgante Miguel Hidalgo y Costilla, en la comunidad náhua de Xolotla, pero se desconoce si éste se mantuvo o no, ya que los caminos de la cabecera municipal de Pahuatlán a Xolotla siguen bloqueados con lodo y enormes piedras.
Desde ese puente se podía ver el paso del río Pahuatitla que bajaba desde Honey y en cuyas pozas era posible nadar. Pero hoy la ruta 106, la principal carretera que comunica a Pahuatlán con Honey apenas fue reabierta al tránsito vehicular en un solo carril.
Lo mismo ocurre en la localidad de Acapala en donde se podían realizar paseos a caballo por el río y practicar rappel en el Cerro Delgado. Los caminos para esta zona están bloqueados por enormes piedras a causa de los deslaves del cerro.
En la comunidad La Cima había una capilla que por muchos años era referente para los automovilistas y quienes gustaban de realizar paseos en bicicletas de ruta. La capilla ya no existe, la arrastró el agua de lluvia y toneladas de tierra.
También sufrió daños el templo de Cristo Rey, en Tlacuilotepec, al norte de Pahuatlán. Se trata de una construcción que levantaron los agustinos en el siglo XVII.
El informe oficial de las autoridades municipales es que los daños de consideración se encuentran en las comunidades aledañas a la cabecera municipal de Pahuatlán. Del total de 18 víctimas mortales en el estado, al menos 2 corresponden a personas que vivían en Pahuatlán.
Las afectaciones en la cabecera municipal fueron principalmente en 40 viviendas que quedaron sepultadas, donde afortunadamente sus habitantes lograron salir antes de que las toneladas de piedras y lodo los alcanzaran.
El servicio de energía eléctrica comenzó a restablecerse el pasado domingo, pero aún no está al cien por ciento, por lo que siguen llegando trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
El miércoles 15 de octubre comenzaron a circular en sus vehículos, gracias a que los pobladores tomaron palas y picos para retirar los obstáculos, mientras llegaban las autoridades que realizaron puentes aéreos.
El tubo general de agua potable se rompió por los deslaves y aún no ha sido reparado, por lo que se reparte el agua en pipas.
El gobernador Alejandro Armenta estuvo en Pahuatlán el pasado 15 de octubre y expresó a los pobladores que la magia de ese municipio volverá a brillar.
“Ayer que estábamos allá la gente nos decía: gobernador por favor ayúdenos. Les decía, va a quedar igual de bonito o hasta más de como estaba. No hay duda de que vamos a restablecer Pahuatlán”, compartió.