La detención de la diputada suplente del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Sandra Neli Cadena, por la posesión de explosivos y armas de fuego de uso exclusivo del Ejército, reavivó un historial de vínculos entre la delincuencia y autoridades en Tecamachalco.

Desde 2016, en esta demarcación que forma parte del Triángulo Rojo y que se caracteriza por la presencia de bandas delincuenciales dedicadas a la extracción y comercio de combustible robado, han ocurrido asesinatos, detenciones y señalamientos de complicidad en los que están involucrados políticos locales.

En 2016 fue asesinado Juan Antonio N. un agente de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), mientras circulaba en carreteras de Tecamachalco, junto con uno de sus compañeros que sólo resultó lesionado.

Para marzo de 2017, un agente del Ministerio Público de Tecamachalco, de nombre Denyn Arturo N., fue detenido tras haber sido sorprendido cuando transportaba en su camioneta garrafas con más de 100 litros de combustible robado.

Ese mismo mes, el gobierno estatal inició investigaciones por supuestos vínculos del alcalde en turno, Inés Saturnino López, con bandas dedicadas al huachicol.

Para abril de 2017, el presidente municipal que había llegado al cargo bajo las siglas del Partido Acción Nacional (PAN) fue criticado pues en medio de la crisis de seguridad y las investigaciones anunciadas, festejó su cumpleaños con la Banda Machos amenizando.

En el último trimestre de ese año, la Marina Armada realizó operativos en Tecamachalco que dejaron por lo menos a un marino y dos líderes delincuenciales abatidos, mientras Saturnino López realizaba un viaje de trabajo a Japón.

Ante nuevos señalamientos sobre su desinterés en la crisis, el entonces alcalde argumentó que desconocía los detalles de los operativos y aseguró que no tenía vínculos con el crimen organizado.

Un año después, en noviembre de 2018, Saturnino López volvió a la mira de la crítica, pues uno de sus escoltas, Herlindo F., fue detenido por lanzar disparos al aire mientras se encontraba en un festejo.

La inseguridad siguió, y en diciembre de ese mismo año, un policía municipal de Tecamachalco fue asesinado en una plaza pública de Tepeaca.

En mayo del 2019, la nueva alcaldesa Marisol Cruz García protagonizó un pleito con el presidente municipal de Quecholac, Alejandro Martínez Fuentes, debido al incremento de la inseguridad y el recrudecimiento de la violencia en la zona.

Los dimes y diretes nada resolvieron, pues la violencia siguió.

En octubre del 2020 circuló en redes sociales el video de una ejecución de dos jóvenes, cuyos cuerpos no han sido localizados por la Fiscalía General del Estado y una semana después, afuera de un Oxxo, un grupo armado irrumpió y asesinó a seis personas, en lo que al parecer, fue un ajuste de cuentas.

Ambos hechos ocasionaron que el gobernador Miguel Barbosa anunciara el 11 de octubre que la Policía Estatal tomaría el control de la seguridad en este municipio.

Entre los hechos más recientes se sumó también en marzo del 2021, el asesinato del regidor de Atoyatempan, Vicente Gabriel Cabrera, en los límites de Tecamachalco.

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