Se dice que Tlaxcala es la cuna de la nación porque, desde ese pequeño estado, emigraron familias para poblar territorios áridos en el norte de México. Sin embargo, lo que pocos saben es que de Tlaxcala también partieron guerreros rumbo a Filipinas para enfrentarse en una épica batalla contra samuráis y piratas.
Al menos eso es lo que narran los libros de historia de Tlaxcala, y son relatos que algunos guías de turistas repiten cuando se visitan los murales en el interior del Palacio de Gobierno del Estado de Tlaxcala, creados por Desiderio Hernández Xochitiotzin.
En estos murales, los visitantes pueden conocer las distintas etapas de la historia de Tlaxcala, desde la época prehispánica, la Conquista y el Siglo de Oro tlaxcalteca, hasta el periodo que abarca del Siglo de las Luces al porfirismo en Tlaxcala y México.
Los guías aprovechan este momento para contar que, en 1852, la Corona Española enfrentaba un grave problema: los piratas conocidos como wakos, integrados por japoneses, chinos y coreanos, así como algunos samuráis, quienes habían alistado sus embarcaciones para saquear las islas Filipinas y tomar el control de ellas.
El capitán general de las islas Filipinas, Gonzalo Ronquillo de Peñalosa, solo contaba con un ejército de 500 hombres, por lo que pidió ayuda a Felipe II, Rey de España, para enfrentar a los wakos.
Ante esta petición, la Corona Española envió una flota de siete embarcaciones de guerra, conformada por cinco bajeles, el navío San Giuseppe y la galera Capitana. Se dice que en los navíos viajaban guerreros tlaxcaltecas, aliados de los españoles desde el combate contra los mexicas en 1521, durante la caída de la Gran Tenochtitlán.
Así pelearon los tlaxcaltecas contra los samuráis
Las narraciones sobre esta batalla de 1852 refieren que los barcos de los samuráis llegaron antes que las embarcaciones españolas y, en consecuencia, comenzaron a saquear la costa de Filipinas.
Cuando los barcos españoles llegaron a la isla, dispararon sus cañones contra las embarcaciones de los wakos, quienes repelieron el ataque con éxito y comenzaron a abordar los barcos españoles.
Se dice que fue en ese momento cuando los guerreros tlaxcaltecas vieron que los samuráis ya estaban en sus naves y se produjo el combate cuerpo a cuerpo en las costas.
Los tlaxcaltecas pelearon con valentía y seguridad, mientras que sus aliados atacaban las embarcaciones enemigas y debilitaban sus naves con cañonazos. A pesar de haber perdido más de 200 guerreros en los primeros días de la batalla, los wakos se negaban a rendirse.
Los españoles y los tlaxcaltecas lograron desembarcar en un recodo del río y allí instalaron trincheras para posicionar sus cañones. La historia cuenta que fue de esta manera como lograron vencer a los piratas japoneses.
Al regresar ante el monarca español, confirmaron su victoria y dieron cuentas a la Corona Española, que reconoció el valor de los guerreros tlaxcaltecas. Sin embargo, aún se desconoce cómo fue ese reconocimiento o si recibieron algún título.
¿Conocías esta batalla de los tlaxcaltecas contra los samuráis?