Gonzalo Díaz Hernández, de 81 años de edad, quiso ser de los primeros en recibir la vacuna contra Covid-19. Este jueves fue el tercero en recibir el biológico de Pfizer en el Hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) La Margarita.

Lo logró porque desde la noche anterior su hijo se formó y durmió afuera del centro de salud para apartar el lugar.

El caos que se vivió el primer día de la vacunación en Ciudad Universitaria, en la ciudad de Puebla, orilló a varias familias a tomar sus previsiones y seguir haciendo filas con bastante anticipación.

Pero en esta segunda etapa hubo más orden y todo transcurrió sin contratiempos, salvo un retraso en el inicio de esta segunda etapa de la jornada de inmunización en la capital.

A su ingreso, a Don Gonzalo Díaz Hernández le tomaron la temperatura y le aplicaron gel antibacterial en las manos. Una vez que lo vacunaron le entregaron su comprobante y esperó durante 20 minutos en el área de observación por si llegaba a presentar alguna reacción, lo que no ocurrió.

Catalina Cuevas Vargas, de 72 años de edad, y vecina de la colonia Maestro Federal, fue otra de las beneficiadas con la vacuna de Pfizer. Al hospital del IMSS llegó a las 8 de la mañana y, para entonces, era poca la asistencia de adultos mayores, por lo que el proceso fue rápido.

Ésta fue la primera vez que salió de su casa después de haber estado encerrada durante 1 año y 3 meses como medida de protección. Por eso estaba muy contenta de recibir la vacuna, ya que es diabética e hipertensa, lo que la hace formar parte de la población susceptible al contagio.

“Qué eficientes enfermeras en el Seguro Social, mis respetos para ellas, las enfermeras son lo máximo, las felicito”, dijo al salir del nosocomio acompañada de su hija mayor que la llevaba en silla de ruedas.

Para ingresar a la explanada del IMSS San José, personal médico formó primero a los adultos mayores de 80 años, dando prioridad a quienes llegaban en sillas de ruedas.

Al paso de las horas, la fila le dio la vuelta al inmueble hasta llegar a las oficinas regionales de la delegación del IMSS en Puebla, por lo que en momentos fue difícil mantener la sana distancia entre las personas de la tercera edad, quienes soportaron los fuertes vientos que se sintieron por la mañana, así como los rayos del sol y la espera, la cual no superaba más de 2 horas en comparación con los reportes que se vivieron en Ciudad Universitaria.

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