La tarde de este sábado 28 de junio, pobladores de dos comunidades pertenecientes al municipio de San Martín Texmelucan fueron sorprendidos por una víbora de agua o tornado.
En las redes sociales se muestran diversas imágenes en las que se muestra el momento en que se estaba formando el tornado, cómo fue creciendo y cómo se fue desplazando.
De acuerdo con los primeros testigos, el tornado, víbora o serpiente de agua comenzó a formarse en la comunidad de San Mateo Ayecac y de ahí se fue desplazando hacia San Baltazar Temaxcalac.
En los videos se observa un cielo gris y cargado de nubes; entre ellas se aprecia un remolino que baja hacia campos de cultivo, al mismo tiempo que les deja sentir una intensa lluvia.
Lee más: Gobierno de Puebla atiende de forma inmediata a afectados por tornado en Chignahuapan
Entre los testigos y usuarios en redes sociales comentaron que “se sintió feo” la fuerza y velocidad del viento, mientras que otros se inclinaron para pedir la protección de Dios, de la naturaleza o de algún ser supremo.
También comentaron que la basura que arrastró el tornado cayó en Santa María Moyotzingo, también junta auxiliar de San Martín Texmelucan.
Al cierre de esta nota no hay un reporte oficial de las autoridades municipales o estatales por la presencia de este tornado o si hubo viviendas afectadas por la fuerza del viento.
¿Qué es una víbora de agua o un tornado?
Información de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM): los tornados son columnas de aire que giran violentamente en contacto con la superficie de la Tierra y por debajo de una nube cumuliforme.
A los tornados también se les conoce como víboras de agua, serpientes, dragones, culebras o trombas. Existen dos tipos de tornados: los supercelda y los no supercelda.
Los supercelda son enormes columnas de aire, mientras que los no supercelda son más delgados y de menor intensidad. Los primeros llegan a presentarse en la zona norte del país, mientras que los segundos se han presentado en Tlaxcala, Puebla y Estado de México, y son fenómenos naturales comunes en México, donde se registran al año un promedio de 50 eventos.
Para que este fenómeno natural ocurra se tiene que dar una serie de condiciones específicas, como la convergencia de una corriente de aire frío y de aire caliente; esto ocasiona que ambas corrientes fluyan a diferentes alturas de forma paralela en dirección opuesta.
De esta manera se forma una corriente en forma de tubo giratorio que va tomando velocidad. Una vez que el tornado toca el suelo, la corriente se acelera aún más y se produce un remolino que tiene forma cónica.
Dependiendo de su intensidad y duración, los tornados pueden llegar a arrancar árboles, cableado, techos e incluso levantar objetos que pueden salir proyectados a una velocidad de hasta 300 kilómetros por hora.
