El nivel de incertidumbre en México por los cambios regulatorios, la “inestable” salud financiera, entre otros factores, están elevando el costo de hacer negocios con este país, advirtió hoy el Departamento estadounidense de Estado.

En sus Declaraciones 2021 sobre el Clima de Inversión, en el que evalúa la situación de 170 naciones, el Departamento de Estado subraya que México se convirtió en 2020 en el tercer socio comercial de Estados Unidos en bienes y servicios y en el segundo en bienes y se mantiene como “uno de nuestros socios de inversión más importantes”.

Destaca que a pesar de la recesión económica provocada a nivel mundial por la pandemia de Covid-19, la política fiscal austera implementada en México permitió lograr un superávit  primario de 0.1% en 2020. La inflación, añade, se mantuvo en 3.4%.

Sin embargo, a pesar de que México aprobó las enmiendas al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) con Estados Unidos y Canadá,  lo que elevó la confianza de los inversionistas para profundizar la integración económica regional, los “cambios regulatorios repentinos y reversiones de políticas, la salud financiera inestable de la petrolera estatal Pemex, y lo que se percibe como una respuesta fiscal débil a la crisis económica derivada del Covid-19 han contribuido a la incertidumbre en curso”.

El análisis detalla que la “incertidumbre sobre la implementación de los contratos, la inseguridad, informalidad y corrupción siguen obstaculizando un crecimiento económico sostenido en México”.

Acota que “los esfuerzos recientes por revertir las reformas energéticas de 2014, incluyendo la ley de reforma eléctrica de marzo de 2021, que da prioridad a la Comisión Federal de Electricidad en la generación de energía eléctrica, incrementan la incertidumbre”. Y todos estos factores, advierte, “elevan el costo de hacer negocios en México”.

Políticas de inversión                                                                      

En materia energética los cambios que se hacen a las leyes y reglamentos de las industrias petrolera y de electricidad por la administración de Andrés Manuel López Obrador han llevado a compañías a ampararse y a iniciar acciones legales ante el Poder Judicial e incluso  consideran un arbitraje internacional.

Por ejemplo, a pesar de que una compañía estadounidense, Talos Energy hizo un descubrimiento petrolero, actualmente se disputa con Pemex la operación del yacimiento, lo que desanima a los jugadores extranjeros.

“Los inversionistas aumentan su preocupación y se afecta la confianza en torno  a la administración mexicana por las reglas del juego, en particular en el sector energético, por la intención de debilitar la autonomía de la Cofece, CNH y de la CRE”.

En el tema de telecomunicaciones, el gobierno mexicano pretende violar el T-MEC de concretar la incorporación del organismo independiente del Instituto Federal de Telecomunicaciones a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

En el ámbito de la aviación se cambiaron las reglas y se limita la participación extranjera en la transportación aérea a 25%, aunque se puede llegar a 49%.

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