Mucha controversia han causado las lajas del zócalo, que si desaparecieron en 2008, que si fue  culpa de un alcalde, que si no hay señalamientos directos, que si ya no saben qué tanto decir.

Lo cierto es que la defensa del patrimonio histórico no debe ser un asunto de politiquería. Si hoy hay indignación por unas lajas también debió haberla cuando se dañaron las del atrio de la Catedral cuando se montó la tan criticada réplica de la Capilla Sixtina.

En fin, hay muchos desmemoriados. Qué fácil resulta eso de ver la laja en la obra ajena y no la losa en la propia.

Con todo y el amargo sabor de boca que las elecciones le dejaron, Claudia Rivera recibió a su sucesor, Eduardo Rivera.

¡Ay dolor recibir al que se quedará con la casa!

Y es que la voz de la mayoría de los electores poblanos que votaron por el panista le debió resonar en los oídos a la alcaldesa.

Nadie dijo que la política fuera fácil, pero como apuntó Eduardo Rivera, es tiempo de dialogar y ponerse de acuerdo.

Google News