No es que neguemos que la consulta ciudadana del 1 de agosto sobre el juicio a los expresidentes sea importante, pero sí da de qué pensar lo movidos que andan algunos diputados morenistas en promoverla.

Y es que a final de cuentas los resultados y el precedente que deje para futuros ejercicios, será otra evaluación más del electorado al partido Movimiento Regeneración Nacional y del presidente Andrés Manuel López Obrador.

De paso, ¿por qué no?, es también una forma ingeniosa y polémica de criticar a los pasados presidentes, sin ponerle mucha atención a lo presente.

También hablando de diputados, habrá que ver si esta semana le meten o no algo de presión en el Congreso local para ver si aunque sea en periodo extraordinario resuelven algo sobre la ley de desaparecidos.

La buena noticia no existe, pues el plantón de familiares ya hasta organizó un programa cultural de varios días a las afueras del recinto.

La mala es que a los diputados les queda menos de mes y medio para dejar una propuesta aprobada y no heredar un pendiente más a sus sucesores.

La peor noticia -y más probable dados los antecedentes de la LX Legislatura morenista- es que voten la reforma de escritorio enviada por el Poder Ejecutivo de última hora, sin análisis y sin considerar la primera propuesta con perspectiva de familiares y académicos.

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