Quienes están desesperados son los estudiantes de enfermería de diversas escuelas en Puebla. Y es que ante la falta de respuesta de la Secretaría de Salud estatal para asignarles plazas para realizar su servicio social, tuvieron que ir a manifestarse en las oficinas centrales para poder ser escuchados.

No es para menos la molestia de los alumnos, ya que la realización del servicio social es requisito indispensable para que puedan titularse y posteriormente buscar un empleo.

Esto demuestra la miopía de las autoridades, ya que por un lado tienen la posibilidad de contar con recursos humanos capacitados, que bien podrían colaborar en el combate a la pandemia, pero por otro lado pareciera que no les interesa tener más personal para enfrentar la crisis sanitaria.

Los inconformes tienen ganas de trabajar, eso debería ser tomado en cuenta en medio de una tercera ola de contagios de Covid-19.

Los que andan de capa caída son los trabajadores sindicalizados de la armadora de autos Volkswagen de México. Pese a que su líder anunció la demanda de un aumento salarial de 16 por ciento, las probabilidades de lograrlo son ínfimas en este segundo año de pandemia.

También se han prendido las alarmas por los recortes de personal en las empresas proveedoras de la industria automotriz, que los agremiados ven como una señal de que la recuperación económica va muy lenta en comparación con lo pregonado por las autoridades.

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