Muchas lecciones nos dejó la pandemia experimentada a partir de 2020 a nivel global; lamentablemente, algunas de dichas lecciones al parecer ya han sido olvidadas.

Los momentos de reflexión profunda, de valoración por la vida y lo que realmente es importante en esta, al parecer se quedaron en el pasado, con los instantes de angustia y zozobra experimentados en aquel entonces, ante un presente viral de global alcance, que nos introducía en una vorágine de incertidumbre y desazón sin precedentes, o al menos sí, en varias generaciones.

Toda vez que la tormenta pandémica hubo transcurrido, de nueva cuenta la indiferencia, la estulticia, la banalidad, la arrogancia o el excepcionalismo humano, hicieron su reaparición, brotando como flores en plena primavera durante el primer cuarto de este siglo XXI. ¿Será que, en efecto, como señalaba Karl Jaspers, requerimos de las situaciones límite; esas en las que el acaso, la enfermedad y en su condición más radical, la muerte, nos orillan a los límites de la existencia y en los que nos vemos de alguna manera obligadus a reflexionar sobre nuestra propia razón de ser y el sentido que habremos de imprimir a nuestra propia vida? No quisiera apresurar una posible respuesta, pero parecería que sí.

Pero volvamos al principio de estas líneas, cuando la pandemia resultaba ser el contexto, pues fue en este mismo, en el que la filósofa italiana Francesca Ferrando, desarrolló lo que eventualmente llamaría: Posthumanismo Existencial, en lo sucesivo PE.

¿Qué plantea dicha redefinición ontológica del ser de lo humano y de carácter filosófico? Hic et nunc, en prima instancia, es decir; aquí y ahora a partir del reconocimiento de la fragilidad vital, y en tal sentido, el PE es la invitación a seguir, como la misma Francesca señala, “un camino de auto-indagación y autodescubrimiento” con miras a comprender los “impactos, afectos y efectos de nuestro estar en el mundo.” Somos seres relacionales, y en tal sentido nos vinculamos entre nos, como seres humanos, pero también con los “animales no humanos, las entidades tecnológicas y los sistemas ecológicos”, como lo platea en su texto Posthumanismo Existencial: un manifiesto. Dicha relación se da en un plano horizontal, no vertical, es decir, no hay una escala ontológica (o del ser), a saber; no hay seres con una mayor valía y otros con una menor, pues en la medida en que son, poseen “dignidad existencial” y por tanto, esta es una y abarca a todos los seres. Y otro carácter a señalar del PE, es que trasciende la condición de una propuesta meramente académica, pues precisamente por la naturaleza de este, se le orienta a vivirlo como una condición vital, en el día a día, y con ello, rompe algunos cánones de la filosofía rígida, intelectual y abstracta, que se quedaba únicamente en el Topus uranus y sin posibilidad, o poca claridad del cómo “bajar” al plano más terrenal tales principios. Se ha repetido hasta el cansancio que vivimos una época sin precedentes en la historia humana en términos de desarrollos tecnológicos, que vivimos una severa crisis climática, y demás et ceteras, pero ¿cómo vivimos desde nuestra individualidad nuestra propia existencia? ¿de qué manera contribuimos a nutrir las preguntas planteadas con antelación? O como Francesca pregunta, ¿qué significa ser humano en el siglo XXI? El humanismo del siglo XV planteo algunas trazas sobre una concepción de lo humano, de las muchas que se pueden gestar, y que, a la larga, devino en un modelo eurocentrista y que permitió, o sirvió de justificación-validación, para cometer incontables atrocidades durante los procesos de expansión europea, llámese colonias o imperios. Por esto y muchas cosas más, afirmamos que requerimos del PE y no más del humanismo.

Y a propó del PE, del 28 al 30 de mayo de 2025, tendrá lugar en el Tecnológico de Monterrey, Campus Puebla, el Primer Coloquio Internacional sobre Posthumanismo Existencial: re-abrazando nuestro sentido vital, en el que esperamos a profesionales de la investigación, artistas y académicos nacionales e internacionales para discutir sobre nuestra condición humana actual, así como del papel del arte y la tecnología en nuestras formas de vida.

Tendremos como conferencista magistral a Francesca Ferrando. Para mayores informes, les invitamos a visitar nuestro sitio web:

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