La formación en arquitectura en el Tecnológico de Monterrey ha evolucionado notablemente gracias a la incorporación de herramientas tecnológicas avanzadas. Entre ellas, las cámaras térmicas han abierto nuevas posibilidades para que los estudiantes analicen el comportamiento de los materiales en distintos contextos, tanto habitacionales como urbanos.

Estas herramientas se han integrado de forma transversal en los talleres de proyectos arquitectónicos, particularmente en los módulos enfocados en eficiencia energética y diseño bioclimático. A través del uso de cámaras térmicas, los estudiantes observan cómo los materiales reaccionan ante distintas condiciones climáticas, lo cual les permite comprender los principios de transferencia de calor y tomar decisiones fundamentadas desde las primeras fases de diseño.

Esta aproximación práctica promueve un aprendizaje basado en la evidencia. Los alumnos utilizan sensores y recursos digitales para comparar temperaturas interiores y exteriores, lo cual enriquece sus propuestas de diseño con datos empíricos. Así, se refuerza su capacidad para desarrollar soluciones arquitectónicas pasivas, más allá de las respuestas convencionales como el uso indiscriminado de sistemas mecánicos de climatización.

Un ejemplo de esta metodología aplicada tuvo lugar en un experimento casero, realizado por estudiantes a las 17:00 horas con una temperatura exterior de 32°C. Mediante imágenes térmicas, pudieron observar que una ventana de cristal claro de 3 mm alcanzaba los 50°C, mientras que, al cubrirla con una película de aluminio de cocina, la temperatura del cristal se redujo a 35°C. Este tipo de ejercicios permite visualizar con claridad el efecto aislante de ciertos materiales y fomenta una toma de decisiones informada desde el diseño.

Uno de los temas que se explora con mayor profundidad es el confort térmico. Se analiza cómo los estudiantes están utilizando cámaras térmicas y cuestionarios de ocupación en espacios reales para detectar discrepancias térmicas y proponer medidas que mitiguen el sobrecalentamiento de las viviendas. Este tipo de prácticas busca cambiar la narrativa tradicional: en lugar de “correr” a comprar un aire acondicionado, se incentiva el diseño consciente, informado y sostenible.

La implementación de estas tecnologías, junto con el potencial futuro de herramientas inmersivas como la realidad aumentada, fortalece una visión integral de la enseñanza del diseño arquitectónico. Así, se forman profesionales capaces de responder a los retos ambientales actuales con propuestas innovadoras y responsables.

Foto: Especial
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