El costo político de la tragedia en la Línea 12 no se lo llevará únicamente Marcelo Ebrard y la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, a quien ya le pasaron factura con la pérdida de nueve alcaldías en la CDMX durante las pasadas elecciones.

La jefa de Gobierno ha deslizado en reuniones privadas que las próximas entregas de peritaje de la firma noruega DNV van a involucrar también a Miguel Ángel Mancera, cuya administración es responsable de los trabajos de mantenimiento y de la revisión tras los sismos de 2017.

La prioridad es deslindar al gobierno de la capital; sin embargo, no está en el ánimo del presidente Andrés Manuel López Obrador debilitar de más a su canciller, por lo que le han enviado mensajes para confirmarle que esto no será un linchamiento, y que es cuestión de tiempo para que los manceristas tengan que responder a la justicia por esta y otras situaciones relacionadas con actos de corrupción.

Por su parte, Ebrard se ha preparado con una serie de peritajes alternos que apuntan a que la caída de la estructura pudo ser consecuencia de una sobrecarga de peso por los trabajos de remodelación de 2015, la cual habría dañado las columnas que sostenían las trabes que colapsaron.

El secretario de Relaciones Exteriores pone énfasis en el dictamen que la consultora Systra entregó en 2014 al gobierno de Miguel Ángel Mancera para realizar trabajos de reparación en la Línea 12, en el que se detalla que en el tramo del accidente se sustituyeron durmientes, rieles, balasto y fijaciones, con lo que se incurrió en una sobrecarga de más de mil 500 toneladas de peso que pudieron haber afectado la trabe.

La hipótesis de la sobrecarga que empuja Ebrard toma fuerza con otro peritaje que en 2017 realizó el despacho de calculistas Colinas de Buen, en el cual se alertó que las trabes de dicho tramo, sometidos a la supuesta sobrecarga, presentaban una deformación, y que las mismas se habían ‘colgado’ 43 centímetros, de manera que requerían de trabajos de reparación inmediata.

Según personas que conocen de las investigaciones, se tiene material suficiente para también responsabilizar de la tragedia a la administración de Mancera, quien hasta el momento ha sobrellevado la crisis con una muy extraña protección política, atribuida a los acuerdos que su grupo cerró con Morena para quedarse, por ejemplo, con la gubernatura de San Luis Potosí.

Aunque las cosas podrían dar un giro, incluso en el caso de San Luis Potosí, donde la victoria de Ricardo Gallardo podría enfrentar aún problemas si la Fiscalía General de la República se decide a ejecutar las carpetas de investigación que tiene abiertas.

También se escucha que la 4T y el gobierno de Sheinbaum ejercerán muy pronto acciones contra Luis Serna, la mano derecha del exjefe de Gobierno y parte muy importante de la construcción de una red de prestanombres para hacerse de propiedades, conocida como el Cártel Inmobiliario.

Ebrard asegura que superó los desencuentros con el Presidente, luego de que se pensó en Palacio Nacional que se había unido a Ricardo Monreal para debilitar a Claudia Sheinbaum en la capital.

El escenario se pinta para regresar a Ebrard a la carrera presidencial, aunque sin los apoyos que tiene Sheinbaum, quien sigue siendo la favorita del presidente para convertirse en unos años más en su relevo. El canciller sigue teniendo por delante el reto de la vacunación, cuyo proceso se ha desacelerado en por lo menos 30% y que, irónicamente, ha afectado la imagen de la jefa de Gobierno, ya que se califica como una revancha ante los ciudadanos por la derrota sufrida en la elección capitalina.

mario.maldonado
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Twitter: @MarioMal

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