El sector ultraconservador de la Iglesia Católica mexicana reapareció públicamente en la arena política, con un llamado a votar en contra de “los que están en el poder”. Lo hizo a través del cardenal y exarzobispo de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez , faltando dos días para las elecciones intermedias de pasado mañana.

En una convocatoria videograbada que contraviene la disposición constitucional que prohíbe a los ministros de culto realizar proselitismo o propaganda de cualquier tipo a favor o en contra de candidato, partido o asociación política (artículo 130 inciso e), el polémico religioso induce a los fieles católicos a votar contra Morena porque (con ese partido) “se viene la dictadura o se pierde la libertad (pues representa) un sistema comunista-socialista que esclaviza”.

Sin una explicación razonada y razonable del por qué, a su juicio, nos encaminamos a una dictadura comunista, hace eco de un argumento central de las élites políticas, intelectuales y empresariales desplazadas por el cambio propuesto y atiza el miedo entre la ciudadanía al advertir que si el voto le da “todas las facultades… vamos a quedar muy pobres, como están Cuba y Venezuela ”.

Y ya francamente en el terreno de la temeridad, Sandoval Íñiguez acusa al gobierno de haberse aliado con los “malhechores” y de pactar con los cárteles, para advertir (¿sabrá de alguna manobra en curso?) que las elecciones están en riesgo de no realizarse o que, de llevarse a cabo, “habrá mucho disturbio por donde quiera”, lo que lo lleva a concluir que “están en juego la seguridad nacional y la paz”.

Todo ese mensaje, además de inconstitucional y violatorio de las leyes Asociaciones Religiosas y Culto Público y la General de Instituciones y Procedimientos Electorales, parece una abierta provocación, más aun viniendo de quien viene, un príncipe de la Iglesia que ha estado inserto dentro de las élites desplazadas por el pretendido cambio de la llamada 4T (correcto o no es otro debate); que tuvo fuertes lazos con los gobiernos de Salinas , Zedillo , Fox y Calderón , que junto con Girolamo Prigione fue gestor de los cambios promovidos en la relación Iglesia-Estado, que con el nuncio reconoció contactos informales con el cártel de los Arellano Félix, y que tuvo un papel protagónico en las pesquisas del aun insuficientemente aclarado asesinato del también cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, su antecesor en la arquidiócesis de Guadalajara.

Ahora reaparece frente al ejército negro, el ejército de las sotanas, pues el mensaje de Sandoval Íñiguez ha empezado a ser replicado en los templos por ministros del culto que llaman a la feligresía a votar contra el gobierno federal.

Es el caso del obispo de Cancún, Pedro Pablo Elizondo , del sacerdote vinculado a los Legionarios de Cristo, Ángel Espinosa y del rector de la Universidad Pontificia de México, Miguel Ángel Flores . En general argumentan que la Iglesia no se está metiendo en política, sino que los políticos se están metiendo en la Iglesia, en la religión y en la moral; que este gobierno es un desastre y que no debe otorgársele “ni un solo voto a los irresponsables, a los de la cultura de la muerte y la división” que manipulan a la gente, atentan contra su inteligencia y que perdieron la dignidad frente al gobernante de Estados Unidos que más ha insultado a los mexicanos.

Es así que el ejército negro se suma la narrativa de grupos de poder, como el que encabezan Claudio X. González Guajardo y Gustavo de Hoyos , articuladores de la alianza electoral PAN-PRI-PRD “Va por México”, al gobierno estadounidense que ayer respondió que seguirá apoyando financieramente a las ONG que combaten la corrupción pero que, como advierte la nota diplomática presentada por el gobierno mexicano, se ha transferido a opositores políticos; y al grupo de intelectuales que cerró filas contra AMLO al llamar a votar contra Morena.

En su prometida gestión de cambio AMLO ha cometido muchos errores, pero en estricto rigor racional, también ha tenido aciertos al encaminar su proyecto. En lo personal considero falsa la disyuntiva planteada entre dictadura y democracia . Es reduccionista, no tiene asidero con la realidad. No dudo que haya muchos decepcionados, pero tampoco dudo que López Obrador conserva un amplio respaldo popular. Vamos hacia una elección, es cierto, como una sociedad dividida por la mitad. Es primordial, por el bien de todos, salir a votar, por la opción que más le convenza, pero sin miedos, con una evaluación racional de las alternativas. Y, sobre todas las cosas, cerrarle la puerta al abstencionismo y evitar caer en la provocación de la violencia.

Instantáneas:

1. INDICADORES. Por cierto, el video de siete minutos difundido por Juan Sandoval Íñiguez también cuestiona el rumbo de la economía “ya de por sí dañada”, dijo. Es indudable el efecto catastrófico que en ella ha tenido la pandemia, pero es pertinente compartir los siguientes datos incluidos en un análisis reciente del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios ( LACEN ) de la UNAM : En el primer trimestre del año registra recuperación, aunque reconoce que el ingreso de los hogares ha disminuido y aumentado la pobreza laboral; el PIB creció 0.8% en términos reales; la actividad industrial creció 0.7% y la inversión fija bruta (maquinaria y equipo) 2.4%; la confianza empresarial aumentó 1.7 puntos, aunque ese sector percibe que las condiciones económicas internas son débiles (35%); la confianza del consumidor para adquirir bienes duraderos registró una disminución de 1.7 puntos, ya que la población desocupada creció en 574 mil personas (un alza de 0.2 por ciento), para ubicarse en 2.7 millones de personas, 4.7% de la población económicamente activa; y la pobreza laboral pasó de 35.6 a 39.4%.

2. APROBACIÓN. De acuerdo con Consulta Mitofsky de Roy Campos , AMLO llega a las elecciones intermedias con una aprobación de 56.4%. Hace un mes era de 60.5%, lo que marca una disminución de casi cuatro puntos, pero hace un año era de 48.7%, lo que representa un aumento de casi ocho puntos.

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