No fue un intento de despojo, como se declaró de manera oficial. Fue una agresión directa a la camioneta Jeep Cherokee donde viajaba la nieta del gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya.

Según la investigación del gobierno federal, y tal y como se informó en días pasados a la presidenta Claudia Sheinbaum, la agresión fue ordenada por Ismael Zambada Sicairos, conocido como El Mayito Flaco, líder de La Mayiza, e hijo del mayor capo del narco en México: Ismael El Mayo Zambada.

El ataque se registró el 23 de septiembre pasado en el bulevar Jesús Kumate. Los hechos fueron presentados por el gobernador como “un intento de despojo” y “un incidente sin mayores consecuencias”. La presidenta de México respaldó esa versión:

“Esta agresión parece que la causa fue el robo de vehículo. No necesariamente está vinculada con la familia, pero de todas maneras se están haciendo las investigaciones y el Gabinete de Seguridad va a seguir dando información”, dijo Sheinbaum.

Dicha información no se dio. La presidenta solo señaló en su “mañanera” que de manera preliminar las autoridades no consideraban que los asaltantes estuvieran al tanto de que la nieta del gobernador viajara en el vehículo. Surgieron dos versiones: la del intento de secuestro y la del ataque directo contra los dos escoltas que tripulaban la unidad.

Esa tarde, según la versión oficial, en las inmediaciones de la Feria Ganadera sicarios atacaron el vehículo con rifles AK-47 “en un intento por despojarlos de la unidad”. Dos elementos de los Servicios de Protección asignados a la hija del gobernador y presidenta del DIF estatal, Eneyda Rocha Ruiz, resultaron heridos, uno de ellos en diversas partes del cuerpo. La agente que conducía la camioneta, por esquirlas de bala.

El periódico Noroeste publicó imágenes de la unidad: los disparos fueron dirigidos a los vidrios delantero y trasero.

Ese día, el secretario de seguridad Omar García Harfuch había estado en Culiacán para asistir a la reunión quincenal de funcionarios federales, destinada a “atender” la crisis de violencia que se vive en la entidad. El funcionario había escrito en sus redes sociales que a consecuencia de las operaciones coordinadas entre la federación y el estado “el promedio diario de homicidios pasó de 5.9 en octubre de 2024 a 3.5 en septiembre de 2025”.

Unas horas después de su partida vino la agresión. Aquel fue el segundo ataque contra el círculo de escoltas del mandatario en solo 11 días. Apenas el 12 de septiembre había sido asesinado en un taller de motos de la colonia Agrarista Mexicana, Fernando “N”, otro escolta del mandatario. En el ataque perdió la vida una persona más.

Dos semanas más tarde otro policía estatal encargado de la seguridad de uno de los hijos del gobernador fue “levantado” durante su día de descanso en un fraccionamiento de la colonia Renato Vega Alvarado. El agente fue interceptado por cinco hombres armados quienes lo subieron a la fuerza a un vehículo.

Al parecer, el propio hijo del gobernador emitió la alerta. Se activó el Código Rojo y policías de investigaciones, agentes estatales y elementos del Ejército desplegaron un operativo por tierra y aire.

La unidad en la que escapaban los secuestradores fue ubicada en la Avenida Álvaro Obregón. Comenzó un enfrentamiento y una persecución que culminó en La Costerita. Según el reporte de la SSP se logró rescatar al agente, Alexander Chuy Rodríguez, quien resultó herido y murió en un hospital tras nueve horas de agonía.

El enfrentamiento dejó dos secuestradores heridos, y uno más fue “reducido”, según el parte de las autoridades.

Ese día se reportaron dos tiroteos más: en uno de estos murió un empleado del IMSS. El gobernador acababa de escribir que la entidad estaba en calma y había invitado a los ciudadanos a llevar a cabo sus actividades con toda normalidad. Hasta el pasado mes de septiembre, 56 agentes estatales habían perdido la vida en Sinaloa, en medio de una guerra que ha dejado de septiembre de 2024 a la fecha más de 1,800 asesinatos y más de 2 mil desaparecidos.

Desde mediados del año pasado, tras la entrega de su padre al gobierno de Estados Unidos luego de una traición de Los Chapitos, según reveló el mismo Mayo Zambada en una carta hecha pública por su abogado, El Mayito Flaco declaró la guerra al gobernador Rocha Moya.

Durante los meses de septiembre y octubre de 2024 avionetas lanzaron sobre Culiacán miles de narcopapeletas contra Los Chapitos y “este gobierno que los apoya”. En los volantes lanzados desde el aire, uno de ellos firmado por El Mayito Flaco, se proporcionó un número telefónico para reportar “cualquier abuso, corrupción, negocios y domicilios del gobernador así como de sus hijos y gabinete que tienen como prestanombres”.

En una tercera descarga se advirtió a la presidenta Claudia Sheinbaum sobre la “gran red de corrupción de Rocha Moya”.

“Iremos por todos los culpables del gobierno rochista, todos pagarán así se escondan…”, se leía en una de las papeletas.

El incidente “sin mayores consecuencias” a que hizo referencia Rocha Moya, según la investigación federal, forma parte de esa ofensiva.

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