El secretario de Hacienda calentó el viernes la Convención Bancaria con una declaración sobre las tasas de interés que cobran los bancos comerciales. Arturo Herrera dijo que, luego de una serie de cambios aplicados por las autoridades financieras en la ponderación de los riesgos, las tasas de las hipotecas caerían 17%, las de los créditos personales entre 12 y 15%, y las de tarjetas de crédito 30%.

El mensaje de Herrera a los banqueros fue claro: para reactivar la economía hay que prestar dinero y hay que hacerlo a tasas más bajas. Frente al presidente López Obrador y a los representantes de las instituciones financieras, el secretario de Hacienda esbozó lo que se considera como una segunda parte del mensaje que les transmitió en octubre del año pasado, durante la Reunión Anual de Consejeros Regionales de BBVA México. En aquella ocasión les dijo que no estaban prestando pese a las facilidades de liquidez que puso a su disposición el Banco de México por 750 mil millones de pesos.

“Los niveles de garantías que pedían (para otorgar créditos) eran de 90%. Eso quiere decir que no estaban tomando ningún riesgo. Su índice de capital ha subido de 15 a 17%, eso también es sintomático de que no están prestando”, soltó aquella vez Herrera frente a los consejeros del principal banco del país, entre los que se encuentran Carlos Salazar, presidente del Consejo Coordinador Empresarial; Alejandro Ramírez, expresidente del Consejo Mexicano de Negocios; Jaime Serra Puche, actual presidente del grupo, Alberto Bailleres, Francisco Gil Díaz y Armando Garza Sada.

El mensaje del viernes tampoco cayó bien en el gremio; sobre todo luego de que el expresidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), Luis Niño de Rivera, había dicho en octubre que el negocio de la banca es de oferta y demanda, por lo que si no hay demanda no se pueden colocar créditos.

Ayer consulté al nuevo presidente de la ABM, Daniel Becker, sobre el tema. Dijo que el planteamiento del secretario debe venir acompañado de otros relacionados con la recuperación económica y la certeza jurídica para los inversionistas. “Tenemos que ver cómo se reactivan las carteras de crédito, particularmente las de consumo. Una vez que veamos el comportamiento podremos determinar si se pueden bajar las tasas. Faltan elementos para determinar cuándo y cuánto”, apuntó.

Y es que, si bien los bancos tienen un exceso de liquidez de más de 220% sobre su portafolio de crédito, está aún pendiente el golpe que les generará el aumento de los índices de cartera vencida. Los acuerdos a los que sí llegaron los bancos con el gobierno fueron los de acreditar la pequeñas y medianas empresas que estén en la cadena de suministro de grandes corporaciones para que puedan obtener financiamientos. También están por lanzar una serie de programas con el Infonavit para impulsar el mercado hipotecario y así ir sumando a otras industrias como la de construcción, el turismo y todo el sector servicios.

Sin embargo, el tono moderado que mostró el Presidente en la clausura de la Convención Bancaria, al decirles que no cambiarán las reglas del sector financiero, siempre y cuando operen dentro del marco de la ley y tengan “ganancias razonables”, podría desvanecerse en un dos por tres.

Y si no que le pregunten a Ricardo Monreal, quien apenas el 9 diciembre pasado propuso que se regulen las tasas de interés de los bancos. “El senador Ricardo Monreal presentará una iniciativa que fortalezca la regulación y supervisión de los préstamos y créditos otorgados por instituciones de banca múltiple, y con ello evitar que las tasas de interés sean muy elevadas y procurar que los cobros sean razonables”, se lee en el boletín de Morena.

Ya veremos cuánto dura la ‘tensa calma’ del gobierno con los bancos.
 

Correo: mario.maldonado.padilla@gmail.com
Twitter:@MarioMal

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