Al Presidente de la República (como lo hice con todos los presidentes de México desde los años 80) lo he criticado una y otra vez por tantas cosas, empezando por su incendiario, abusivo, peligroso e inadmisible comportamiento contra quienes ejercen el oficio del periodismo desde la crítica (que es el único sitio a partir del cual debe hacerse periodismo), pasando por la pésima gestión de la pandemia de su gobierno, y sin olvidar el lamentable papel (de nula empatía) que ha tenido hacia los movimientos feministas, pero hoy, en este asunto de las empresas españolas que abusan, sí voy con él.

Coincido con Andrés Manuel López Obrador porque tiene razón: más allá de los presuntos negocios indebidos a nivel de jerarquías empresariales y sus cómplices gubernamentales durante el prianismo, en la vida cotidiana, como miles de mexicanos (dense una vuelta en Twitter para leer las quejas), he sido víctima y rehén de esta empresa española gasera llamada “Naturgy Mx”, que tiene presencia en 16 estados del país. Es un horror. Cobra lo que quiere indebidamente, fraudulentamente, sin que le importe nada y sin que nadie lo impida. Se lo documento como una especie de micro crónica costumbrista…

A principio de diciembre del 2020 Naturgy México envió a mi domicilio un recibo absolutamente alterado, con el consumo quintuplicado, cantidad absurda en un casa donde solo vivía una persona (yo). Ni siquiera cuando en ese departamento vivían cinco personas y que el consumo era cinco veces más alto llegó un recibo así. ¿Por qué lo hizo? Porque lo puede hacer, como lo sicarios pueden ejecutar impunemente en este país.

El calvario con Naturgy México no tiene límite: en ese entonces sus empleados afirmaron que no tomaron lectura del medidor, como reconocieron en sus mensajes vía Twitter, y se inventaron un estimado de uso… ¡quintuplicando el consumo usual!

Pidieron que se les mandara un correo con fotos de lecturas de medidor, se les enviaron varias veces con lecturas actualizadas y pasaban los días y nada, no resolvían.

Luego, vía mensaje, NaturgyMx pedía llamar por teléfono. Lo hice varias veces y... ¿dónde creen que está su call center? ¡En Colombia! En Colombia, desde donde sus telefonistas aceptaban que habían hecho un cobro irregular “estimado”, y pedían más correos, los cuales obtuvieron… y nada.

Poco después la empresa española mintió descaradamente: afirmó que no había podido tomar lecturas y que por eso “estimaron” un consumo quintuplicado pero... eso era falso: en el domicilio, en la recepción, están registradas todos los ingresos de sus medidores, de sus trabajadores, que habían ido a tomar lectura cada bimestre.

Lo que hizo Naturgy México fue alterar el recibo a propósito, fraudulentamente, para intentar cobrar más. Y nada, seguía mandando mensajes para canalizar los reclamos a su central telefónica en Colombia, donde sus ejecutivos… se habían declarado incompetentes.

¿Y sus oficinas? Las que tenía en Polanco en ese entonces… las cerró. No había manera de llevar el expediente a ningún lado.

La empresa afirmaba que había abierto más expedientes para investigar, daba nuevos números de oficio, pero nada: amenazaba con cortar el servicio de gas si no pagaba la cantidad excesiva que pretendía. Se comprometió a una visita para resolver el problema. En Twitter varias personas se sumaban a mis hilos y denunciaban sus propios problemas. En síntesis: “Es una empresa súper tramposa, te sugiero que acudas a Profeco”, nos consolábamos unos y otros. “No tienen oficinas para atención a clientes que dizque por la pandemia (protestaba una mujer) pero si cuentan con personal para realizar corte de servicios y retiro de medidores”, se indignaba.

Al final, no pude con Naturgy: tuve que pagar lo que se le daba la gana o me quedaba sin gas. Y sin opción, porque tiene el monopolio de ese tipo de gas en edificios sin opción para contratar individualmente a alguien más. Lo único que logré es que no me volvieran a robar… hasta ahora, hasta estos días: a pesar de que en el último bimestre reduje mi consumo más de 15%, su nuevo cobro casi se duplicó… porque elevaron el precio por metro cúbico al nivel que se les dio la gana.

¿Alguien regula sus precios? No. ¿Algo que hacer? Sí, patalear y ser estafado.

Así que sí, en esta el Presidente tiene razón y voy con él: en la vida cotidiana bimestral, qué ganas de pausar relaciones con esta insolente y abusiva gente de Naturgy, para no ser saqueado más veces…

BAJO FONDO

Cuando a Naturgy le demostré con documentos, fotos y videos que el medidor servía (su gente había dicho que probablemente tenía fallas), que no había fugas de gas (había insinuado tal cosa), que sus trabajadores sí habían acudido cada bimestre a medir el consumo; que cada bimestre previo se había pagado todo lo consumido, y que por tanto habían alterado los recibos para duplicar y luego quintuplicar cobros en plena época navideña y de fin de año, cuando nadie quiere quedarse sin gas, Naturgy justificó su estafa echándole la culpa “al sistema”. Como a Manuel Bartlett al final de los años 80, según ellos el sistema se cayó solito y el malvado autómata no cobró lo que debía en recibos previos, lo cual, por supuesto, era falso.

Al final, en términos muy priistas del director de la CFE, cuando era Secretario de Gobernación y tiró el sistema de cómputo para beneficiar a Carlos Salinas de Gortari en perjuicio de Cuauhtémoc Cárdenas, durante la elección presidencial de 1988, embarazaron la urna-recibo con votos-consumos fraudulentos:

“Buen día, nos encontramos revisando tu caso, así mismo te informamos que efectivamente el medidor no presenta ninguna anomalía, se encuentra en perfectas condiciones por lo cual la lectura que está marcando actualmente es correcta. Las visitas de lecturas efectivamente se realizaron, sin embargo, por error del sistema no se cobró el consumo real que tenía tu medidor, es decir que se acumuló el consumo y el sistema al detectar el error realizo el ajuste en tu factura actual. Como la lectura es mayor a la de tu factura el pago es procedente. Estamos pendientes. Saludos.”

Mentirosos, cínicos e insolentes. Y no son insultos, es su retrato hablado.

En esta, reitero, tiene razón el Presidente, así que cuídese de esa empresa, lectora-lector, de esos españoles que roban…