Han sido semanas patéticas para el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas.

Su añeja enemistad con Layda Sansores, que lo trae a trapazos todos los martes exhibiendo su bajeza al publicar audios ilegalmente grabados; el humillante –pero muy mediático- cateo a su casa de Campeche; su viaje a Europa para denunciar una supuesta persecución política ante foros internacionales; y su ocurrencia de presentar una iniciativa en el Congreso para modificar la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos para facilitar a las familias mexicanas portar armas de fuego y de mayor calibre, son apenas una muestra de lo que lo tiene ocupado, en lugar de dirigir a su partido, que lo repudia y acabará por sacudírselo pues ya no le sirve. (Y ya se sabe que en política no hay amistades, hay intereses y conveniencias, hasta que una de las partes deja de ser útil a la otra).

Su desatino más locuaz e irresponsable fue lo de las armas.

“La situación de violencia e inseguridad que vive nuestro país es alarmante, pero pareciera que pretenden que hagamos justicia por mano propia.”, tuiteó Moreno Cárdenas.

El planteamiento que intentó sin éxito cobijar en la bancada priista recibió críticas y rechazo de los demás partidos, sobre todo, generando vacilo con bancadas con las que el PRI pretende una alianza.

“El monopolio de la fuerza lo tiene que ejercer el gobierno para garantizar la seguridad de los ciudadanos, punto”, sentenció Julen Rementeria, coordinador de los senadores del PAN.

“Más balazos menos abrazos, más abrazos menos balazos, estamos tan mal en una como en la otra”, dijo Noe Castañón, senador de Movimiento Ciudadano.

El todavía dirigente priista pretende justificar su iniciativa por la incesante inseguridad que vive el país, ya que los abrazos que se envían desde Palacio Nacional no son suficientes para disminuir los balazos.

Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el pasado mes de mayo se tuvo en México el índice delictivo más alto del año. El total de delitos contra la vida y la integridad corporal registró 26,607 mientras que en abril fue de 23,986. Es decir, dio un salto de 2,621 delitos más, de un mes a otro.

Para muchos de nosotros, está más que claro que la ola de violencia que parece no tener fin, es el reflejo de la fallida estrategia de seguridad del presidente.

Pero, ¿armar a la ciudadanía? Ufff.

Parece no importarnos lo que vive nuestro vecino del norte. La pesadilla que vivió la Escuela Primaria Robb, de Uvalde, Texas, despertó nuevamente el debate de una legislación más estricta para el control de armas en Estados Unidos, pero el control laxo que tienen sobre quien porta un arma y la facilidad con que tramitan los permisos, desata una tragedia tras otra.

Querer “tropicalizar” esa idea para nuestro país, es una estupidez.

Los Estados Unidos nos dejan como moraleja que una vez abierta la posibilidad de armar a la ciudadanía, un derecho será desplazado por las ganancias del negocio.

Bien dicen que nadie aprende en cabeza ajena.

La violencia que vive nuestro país es alarmante, pero con iniciativas estúpidas pareciera que quien solo busca beneficiarse políticamente es el impresentable “Alito”.

Monitor Republicano

El presidente se quiere comer al Estado de México. Si para eso se tiene que ir hasta contra Enrique Peña Nieto, ya vimos que no vacilará.

Pero el expresidente no está manco.

Y si no fue eso sino show para distraernos del desmadre nacional, a ver si no se atraganta o de menos le dan seguidillas.

anarciae@gmail.com 

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