La situación ambiental en México y en Puebla es cada vez más preocupante. El aire es muchas veces de mala calidad por la contaminación ambiental que nosotros mismos producimos. Contribuimos a los incendios forestales por la falta de manejo de los bosques, por nuestra negligencia y por prácticas agrícolas caducas que se salen de control.  Contaminamos y desperdiciamos agua diariamente en los hogares, en los parques industriales y en los municipios. Contribuimos diariamente a los problemas ambientales a partir del consumo de combustible fósiles altamente contaminantes y que contribuyen al cambio climático, para mover nuestros vehículos y para la generación de electricidad para nuestros hogares, muchas veces para operar nuestras computadoras y celulares. Cada vez generamos más residuos que sacamos a manera de basura y consideramos que de ahí ya no son nuestro problema. En suma, diariamente como consumidores o como productores contribuimos al deterioro ambiental. El gobierno, por un lado, también contamina mediante acciones como la refinación del petróleo para que tengamos gasolina y mediante la generación de electricidad en termoeléctricas, por ejemplo. Por otro lado, hace poco por proteger al medio ambiente mediante la aplicación de la normativa y de sanciones. En ocasiones atenta directamente contra él a través de proyectos “estratégicos” y decretazos.

Estos problemas que tanto nos agobian a nivel local, también se presentan en diferentes países y regiones del mundo, pero nuestra forma de vida no cambia de manera significativa, al menos no en la escala que se necesita. Como menciona la Plataforma de Acción Laudato Sí, “Nuestro planeta, que está más caliente, más sucio y más muerto está aumentando el riesgo de sufrimiento. Los más vulnerables son los que más sufren”.

A partir de la Encíclica Laudato Sí, que este año es su séptimo aniversario, el Papa Francisco ha llamado a la acción para que el mundo entero trabaje hacia el Cuidado de la Casa Común durante los próximos. Se trata de que desarrollemos un modo de vida que proteja a nuestro planeta, pero poniendo a las personas al centro, sobre todo a las más vulnerables. Para ello, se han planteado siete metas. El objetivo es trabajar sobre una meta cada año de tal manera que se logre una transformación de fondo en la manera en que nos relacionamos con el planeta. Atendiendo a esta convocatoria, la Universidad Iberoamericana Puebla está inmersa en el camino para ser una Universidad Laudato Sí, sumándose a la iniciativa del Dicasterio del Vaticano para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y la Asociación Internacional de Universidades Jesuitas.

Esta es una llamada a toda la comunidad, es decir, a parroquias y diócesis, instituciones educativas, hospitales e instituciones sanitarias, entidades económicas, organizaciones y grupos y a órdenes religiosas. Sin embargo, no es exclusiva para organizaciones católicas ni jesuitas, siendo, por tanto, un verdadero esfuerzo ecuménico. Esto se espera potencie la participación de todos los que estén interesados en este Cuidado de la Casa Común.

Las metas a atender a lo largo de estos siete años son I) dar repuesta al clamor de la tierra, II) dar respuesta al clamor de los pobres, III) practicar la Ecología Integral; IV) adoptar estilos de vida sostenibles, V) promover la educación ecológica, VI) fomentar la espiritualidad ecológica, y VII) lograr un compromiso comunitario y acción participativa. Para ello, los distintos actores interesados en participar pueden acceder a al sitio web de la Plataforma de Acción Laudato Sí (https://laudatosiactionplatform.org/about/) y organizarse para este esfuerzo global con claras implicaciones locales.

Como primer paso, desde la Ibero Puebla se organizarán actividades en el marco de la Semana Laudato Sí, hacia los últimos días de mayo y los primeros de junio, para dar a conocer en qué consiste tanto la Ecología Integral como la propia Encíclica. Posteriormente se llevarán a cabo actividades para trabajar sobre la meta de Escuchar el Clamor de la Tierra. Estos eventos estarán abiertos al público.

Así como todos participamos en el deterioro ambiental en mayor o menor medida, también es crucial y además urgente que participemos en la solución. El llamado es para todos, desde cualquier ámbito, sin importar la edad ni la religión. Las familias pueden participar, las escuelas de educación básica y de cualquier nivel, las comunidades, las organizaciones de la sociedad civil, todos, lo importante es que lo hagamos y empecemos ya.

La situación ambiental en México y en Puebla es cada vez más preocupante. El aire es muchas veces de mala calidad por la contaminación ambiental que nosotros mismos producimos. Contribuimos a los incendios forestales por la falta de manejo de los bosques, por nuestra negligencia y por prácticas agrícolas caducas que se salen de control.  Contaminamos y desperdiciamos agua diariamente en los hogares, en los parques industriales y en los municipios. Contribuimos diariamente a los problemas ambientales a partir del consumo de combustible fósiles altamente contaminantes y que contribuyen al cambio climático, para mover nuestros vehículos y para la generación de electricidad para nuestros hogares, muchas veces para operar nuestras computadoras y celulares. Cada vez generamos más residuos que sacamos a manera de basura y consideramos que de ahí ya no son nuestro problema. En suma, diariamente como consumidores o como productores contribuimos al deterioro ambiental. El gobierno, por un lado, también contamina mediante acciones como la refinación del petróleo para que tengamos gasolina y mediante la generación de electricidad en termoeléctricas, por ejemplo. Por otro lado, hace poco por proteger al medio ambiente mediante la aplicación de la normativa y de sanciones. En ocasiones atenta directamente contra él a través de proyectos “estratégicos” y decretazos.

Estos problemas que tanto nos agobian a nivel local, también se presentan en diferentes países y regiones del mundo, pero nuestra forma de vida no cambia de manera significativa, al menos no en la escala que se necesita. Como menciona la Plataforma de Acción Laudato Sí, “Nuestro planeta, que está más caliente, más sucio y más muerto está aumentando el riesgo de sufrimiento. Los más vulnerables son los que más sufren”.

A partir de la Encíclica Laudato Sí, que este año es su séptimo aniversario, el Papa Francisco ha llamado a la acción para que el mundo entero trabaje hacia el Cuidado de la Casa Común durante los próximos. Se trata de que desarrollemos un modo de vida que proteja a nuestro planeta, pero poniendo a las personas al centro, sobre todo a las más vulnerables. Para ello, se han planteado siete metas. El objetivo es trabajar sobre una meta cada año de tal manera que se logre una transformación de fondo en la manera en que nos relacionamos con el planeta. Atendiendo a esta convocatoria, la Universidad Iberoamericana Puebla está inmersa en el camino para ser una Universidad Laudato Sí, sumándose a la iniciativa del Dicasterio del Vaticano para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y la Asociación Internacional de Universidades Jesuitas.

Esta es una llamada a toda la comunidad, es decir, a parroquias y diócesis, instituciones educativas, hospitales e instituciones sanitarias, entidades económicas, organizaciones y grupos y a órdenes religiosas. Sin embargo, no es exclusiva para organizaciones católicas ni jesuitas, siendo, por tanto, un verdadero esfuerzo ecuménico. Esto se espera potencie la participación de todos los que estén interesados en este Cuidado de la Casa Común.

Las metas a atender a lo largo de estos siete años son I) dar repuesta al clamor de la tierra, II) dar respuesta al clamor de los pobres, III) practicar la Ecología Integral; IV) adoptar estilos de vida sostenibles, V) promover la educación ecológica, VI) fomentar la espiritualidad ecológica, y VII) lograr un compromiso comunitario y acción participativa. Para ello, los distintos actores interesados en participar pueden acceder a al sitio web de la Plataforma de Acción Laudato Sí (https://laudatosiactionplatform.org/about/) y organizarse para este esfuerzo global con claras implicaciones locales.

Como primer paso, desde la Ibero Puebla se organizarán actividades en el marco de la Semana Laudato Sí, hacia los últimos días de mayo y los primeros de junio, para dar a conocer en qué consiste tanto la Ecología Integral como la propia Encíclica. Posteriormente se llevarán a cabo actividades para trabajar sobre la meta de Escuchar el Clamor de la Tierra. Estos eventos estarán abiertos al público.

Así como todos participamos en el deterioro ambiental en mayor o menor medida, también es crucial y además urgente que participemos en la solución. El llamado es para todos, desde cualquier ámbito, sin importar la edad ni la religión. Las familias pueden participar, las escuelas de educación básica y de cualquier nivel, las comunidades, las organizaciones de la sociedad civil, todos, lo importante es que lo hagamos y empecemos ya.

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