Aun antes de que se conozca el informe que contiene los peritajes sobre las causas de la tragedia de la Línea 12 del Metro, el cisma político comenzó con las filtraciones y avances que publicó ayer domingo The New York Times. El diario estadounidense adelantó parte de lo que este martes se hará oficial con el primer dictamen técnico que entregó al Gobierno de la Ciudad de México la empresa noruego-alemana DNV y en el que se precisa lo relativo al método y los cálculos en la construcción de esa obra.
 
El documento, que se presenta mañana 15 de junio, determina con toda claridad que la obra de la Línea 12, en su tramo elevado que va del Periférico Oriente a Zapotitlán, estuvo mal construida con deficiencias en conexiones, trabes y plataformas, además de mal soldada, lo que ocasionó una desconexión entre la base de concreto y la trabe metálica, ocasionando el derrumbe y la caída de los trenes en los que murieron 26 personas y 70 más resultaron heridas la noche del pasado 3 de mayo de este año.
 
La sola filtración de algunos datos del informe técnico ocasionó que ayer se sacudiera el gabinete del presidente López Obrador. Primero con la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, negando que desde su gobierno haya habido filtraciones y argumentando que ellos no han tenido aún acceso al documento que presentará DNV, a pesar de que hay en el mismo gobierno de la 4T quienes afirman que José Merino y Eduardo Clark, ambos de la Agencia Digital de la CDMX, fueron el enlace con el NYT para pasar información en cuyo armado participó Joel Ortega, exdirector del Metro y enemigo acérrimo de Ebrard.
 
Luego la reacción del mismo canciller que, al parecer, sabía ya que venía el reportaje porque apenas se publicó y respondió en Twitter con una carta de 15 cuartillas en las que defiende su obra cumbre de la Línea 12 “que durante años ha beneficiado a millones de personas y que es quizá la obra más auditada y documentada en la historia de México”, afirma Marcelo quien menciona las certificaciones y revisiones técnicas realizadas por al menos 9 empresas especializadas y dependencias del sector público como SYTRA o del sector privado como el Colegio de Ingenieros Civiles. “Ahora toca conocer las razones que explican la tragedia… Resulta, por ejemplo, imposible saber si la administración del Dr. Miguel Ángel Mancera realizó toda la labor de mantenimiento requerida en caso de sismos de cierta magnitud”, desliza Ebrard en su carta.
 
El peritaje de DNV se centra en los 6 kilómetros de viaducto elevado construidos por Carso del ingeniero Carlos Slim, cuya empresa de Infraestructura y Construcción CICSA, ejecutó el proyecto bajo el contrato y la supervisión del gobierno de la Ciudad de México, encabezado entonces por el hoy canciller, Marcelo Ebrard. Está muy claro que las implicaciones políticas del dictamen que se conocerá mañana dañan directamente al jefe de Gobierno que construyó la obra, pero también podrían llegar a Mancera y a sus funcionarios, quienes sí llegaron a conocer los problemas que tuvo la construcción de la Línea 12 e incluso, según consta en oficios, el gobierno mancerista trató de solventar esas fallas de origen y de construcción pidiéndole a Carso y a su filial Cicsa que hicieran reparaciones y ajustes al tramo elevado para garantizar su seguridad.
 
En un oficio al que tuvo acceso esta columna, fechado el 2 de octubre de 2017, el ingeniero Jorge Jiménez Alcaraz, subdirector de Mantenimiento del Metro, se dirige al doctor Jorge Gaviño, director del STC Metro, para confirmar una reunión que ese mismo día tendrían con el Ing. Antonio Gómez, director General de Carso (CICSA), y le sugiere a Gaviño llamar directamente a Carlos Slim “para reiterar el acuerdo hecho con el jefe de Gobierno (Miguel Ángel Mancera)” para que Carso asuma los costos de las dos reestructuraciones de la Línea 12 y que además le pague los proyectos a Colinas de Buen, para que éstos acepten firmar las responsivas de seguridad.
 
Lo que señala ese oficio, se refiere a que la empresa de Carlos Slim tenía que terminar los trabajos para resolver las fallas estructurales que ya entonces se habían detectado en el tramo elevado de la Línea 12, justo en la parte que colapsó y que el gobierno de la ciudad había pedido a CICSA reparar y reestructurar todo el tramo elevado que ellos construyeron. Para el diseño de los 6 kilómetros construidos por Carso, los calculistas originales eran Riobóo, la empresa de José Manuel Riobóo y un señor Gallegos, pero los ingenieros de CICSA decidieron cambiar los cálculos y hacer los suyos propios contratando para ello al despacho de Colinas de Buen.
 
En sus cálculos originales Riobóo había recomendado sólo utilizar concreto y no acero en el viaducto elevado, pero a la hora de ejecutar el proyecto la empresa constructora decidió modificar eso para meter las estructuras de acero en las uniones de las trabes. Colinas de Buen hizo nuevos cálculos que le entregó a CICSA, pero nuevamente, al ejecutar la obra, los cálculos y especificaciones fueron modificados y hay un oficio fechado en julio de 2010 en el que Colinas de Buen le reclama a los ingenieros de Carso que hayan cambiado sus cálculos y especificaciones en la realización de la obra, y ante ello advierte del riesgo que representa, por lo que, sumado a la falta de pagos de CARSO, el despacho de Óscar de Buen se negó a firmar las responsivas de seguridad que se mencionan el oficio del Metro de fecha 2 de octubre de 2017.
 
Por estas razones y por lo que detalle el peritaje de mañana, es que ya han comenzado los enfrentamientos políticos, como el de Sheinbaum y Ebrard y el de éste contra Mancera, pero también los movimientos entre las empresas constructoras. Carso, de Carlos Slim, parece hacer equipo con Ebrard, mientras que Mancera y su exdirector del Metro, Joel Ortega, se alían con la jefa de Gobierno. Carso alega falta de mantenimiento en el tramo elevado de la L12, con lo que apunta hacia Mancera, pero también hacia Claudia, aunque los peritajes van totalmente en el sentido del uso de acero deficiente traído de Europa, cambios en los cálculos originales y hasta soldaduras mal hechas por la empresa de Slim.

Estamos en los inicios de un cisma no sólo político sino empresarial para la 4T, porque golpea al hombre más rico del país y hasta ahora aliado del presidente López Obrador. Tanto que la empresa que hoy supervisa la Construcción del Tren Maya –donde también participa Slim– es CONIISA, la misma que supervisó la construcción del viaducto elevado de la L12 y que dirige Gerardo Ferrando, exdirector del Grupo Aeroportuario del DF cuando Andrés Manuel fue jefe de Gobierno.
 
Vale la pena apostar para ver qué bando va a ganar y cuál va a perder, aunque el presidente ya dio una pista cuando dijo que la tragedia del Metro no era un problema de mantenimiento porque él construyó “el Segundo Piso de Periférico y nunca ha necesitado mantenimiento”. Es decir que los responsables de los 26 muertos de Tláhuac y de paso de la derrota electoral de Morena en la CDMX serán los que construyeron la Línea 12, tanto los del gobierno como las empresas constructoras.

NOTAS INDISCRETAS…

Una frase que algunos cercanos le escucharon decir hace poco a Marcelo Ebrard da una idea clara no sólo del ánimo del canciller sino de hacia dónde va todo el tema de la L12 una vez que se conozcan los peritajes: “Mis estudios en Francia me dan para saber que me están afilando la guillotina”. Y a juzgar por lo que pasó este fin de semana, la revolución ya comenzó al interior de la 4T… Por cierto, una vez que el martes se dé a conocer el primer informe de la empresa DNV, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México se propone tener concluida su carpeta de investigación sobre el colapso y las muertes en el Metro en tres semanas más, en donde es casi seguro que se deriven responsabilidades penales en los tres delitos que investiga el equipo de Ernestina Godoy: homicidio culposo, lesiones y daño en propiedad ajena. Y todo apunta a que los que pagarán serán los responsables de la obra… Y tal vez porque consideran que la Fiscalía de Justicia de la CDMX no se ve muy imparcial ni autónoma de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, que en este caso parece ser juez y parte, algunos “ciudadanos” han presentado ya por lo menos 3 denuncias ante la Fiscalía General de la República sobre la tragedia del Metro, en la que piden a la instancia federal atraer el caso e investigar sobre los responsables de los hechos que causaron la muerte de 26 personas. Se sabe, porque aparecen en las denuncias, quiénes son los que piden sacar de la FGJCDMX el caso, pero lo que no se sabe con exactitud, pero se intuye, es quiénes están detrás de ese intento por evitar que sea la instancia capitalina la que investigue los hechos y declare a los culpables. ¿Serán acaso un ingeniero multimillonario y un exjefe de Gobierno los que promueven la atracción federal en el tema del Metro?... Los dados mandan Serpiente doble. La semana pinta muy intensa.

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