No hay autocrítica, tampoco introspección. La está en su peor momento desde que Gerardo Martino es entrenador. Más confundida incluso que en la era de Juan Carlos Osorio. No se puede minimizar la tercera derrota consecutiva contra Estados Unidos, argumentando que “no pasa nada”, que la eliminatoria sigue y que irán al Mundial pese al papelón en Cincinnati. Notoria soberbia, pero sobre todo una muy lamentable reacción ante las humillaciones constantes del equipo más odiado por el futbol mexicano.

Es tiempo de que entren a la realidad: el futbol de Estados Unidos está mejor en todos los rubros. De los 27 equipos que componen la MLS, solamente cuatro no tienen su estadio construido exprofeso para futbol: NYFC, que juega algunos partidos en el Yankee Stadium; el Seattle Sounders, en el mismo que los Seahawks; Atlanta United comparte el magnífico Mercedes Benz con los Falcons; y Nashville, que está construyendo el suyo.

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Fuerzas básicas también las desarrollan mejor. La gran diferencia es que, mientras en México los equipos quieren colocar jóvenes a millones de dólares, desde la MLS lo hacen en cientos y por eso hay tantos talentos desparramados por el mundo. Inclusive, el pésimo trabajo de visorías y negociaciones de México ha hecho que se pierdan muchos futbolistas talentosos que, siendo de padres mexicanos, se han ido a Estados Unidos a jugar. Regalarle talento al rival más odiado es parte de la arrogancia extrema que se vive.

En la MLS, se distribuyen los derechos de transmisión en varias cadenas, nacionales, locales, en inglés y en español. Acá, si te dan 25 millones de dólares, como al Monterrey, no importa que su patrocinador ni se vea, ni sus futbolistas, ni su proyecto. Y así podemos seguir citando ejemplos, pero el más claro y alarmante es el del Mundial 2026, donde Estados Unidos es el verdadero local y ha jugado políticamente con México y Canadá para hacerse de la sede.

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¿Por qué no reconocerlo?, ¿por qué no entender que han superado a México? La Liga MX cada vez es más aburrida y sin figuras, con un conformismo brutal que no la lleva a la alta competencia; tal vez, por eso el nivel competitivo de Luis Chaka Rodríguez, Jesús Gallardo, Luis Romo y Cata Domínguez, es bajo para Selección Nacional, pero como sus equipos van a Liguilla, se creen que todavía juegan como si fueran de la élite.

En el caso de Héctor Herrera y Jesús Manuel Corona es similar, ni titulares son y cada vez que se ponen la negra (ya ni es verde) son titulares indiscutibles. Tata Martino parece que no ve futbol. Se juega el prestigio mañana ante Canadá, en una plaza gélida, compleja, contra un equipo valiente que ya le dificultó la existencia en dos partidos en este año. Es tiempo de introspectiva, de ver la realidad.

@gvlo2008 - gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx

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