Por segundo día consecutivo Michoacán vivió una ola de protestas y manifestaciones en contra del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla y para exigir justicia por la muerte del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, asesinado el sábado pasado por sicarios del narcotráfico. Las calles de la capital, Morelia, y de la ciudad de Uruapan, se llenaron de manifestantes, en su mayoría jóvenes universitarios, que dejaron las aulas para repudiar la violencia criminal en su estado e invocar a gritos, afuera del Palacio de Gobierno estatal --donde se apertrechó el gobernador-- que se convoque a una consulta para preguntar a los michoacanos si quieren revocarle el mandato a Ramírez Bedolla.
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