Durante décadas, los expertos en salud laboral han insistido en la necesidad de disminuir las horas destinadas al trabajo en México. La reducción de la jornada laboral es una tendencia mundial debido, en buena medida, al surgimiento de nuevas tecnologías que permiten que las máquinas hagan lo que antes hacían los humanos.

El pasado 1 de mayo, durante la conmemoración del Día del Trabajo, la presidenta Claudia Sheinbaum y el secretario del ramo, Marath Bolaños, anunciaron la transición hacia una jornada laboral de 40 horas semanales en México. El cambio será gradual. La meta es lograrlo en 2030.

Esta iniciativa para reducir las horas de trabajo de 48 a 40 horas, ya había sido aprobada en comisiones de la Cámara de Diputados. Ocurrió en 2023, pero quedó frenada porque no la incluyeron entre las iniciativas prioritarias para los legisladores. Sin embargo, se trata de uno de los compromisos que anunció Sheinbaum desde el primer día de su mandato, así que ahora la impulsa con fuerza desde Palacio Nacional.

En Japón y en varios países europeos como Alemania, Suecia, Francia y Noruega ya tienen esquemas similares. Muchas empresas incluso han logrado que sus empleados destinen solamente 4 días semanales a trabajar y uno a recibir capacitación. Con ello trabajan menos, pero aumentan su productividad.

Ese es justamente el rubro en el que México tiene que avanzar. La productividad laboral en nuestro país es muy baja. De hecho, no hemos logrado recuperar el nivel que teníamos antes de la pandemia. Para dejar de estar en el último lugar en términos de productividad laboral entre los países integrantes de la OCDE, se requiere combatir la desigualdad económica, invertir en capital humano y sobre todo disminuir la informalidad.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, en México hay 32.8 millones de personas trabajando en el sector informal. Todas estas personas son vulnerables porque no tienen seguridad social, no reciben prestaciones y no tienen ningún derecho.

En 2024, alrededor de 54% de la población ocupada en México trabajaba en la informalidad. Esto quiere decir que el fenómeno aumentó con relación al año anterior.

Invertir en capacitación es también una prioridad. Los bajos niveles educativos impactan en el crecimiento económico y en la calidad de vida de los trabajadores.

Los retos que genera un mundo comercial tan cambiante como el actual, nos obligan a actuar en consecuencia. Solo coordinados gobierno, sector privado y sociedad civil, podrán lograrse los avances urgentes que exige esta nueva realidad.

@PaolaRojas

Google News

TEMAS RELACIONADOS