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Los Sistemas Computacionales y la Inteligencia Artificial

Escrito por: Dr. Roberto Rosas Romero, Profesor de tiempo completo de Computación, Electrónica y Mecatrónica

15/08/2025 |12:01
El Universal Puebla
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Los dos elementos centrales del inmenso y creciente campo de los sistemas computacionales son dígitos y algoritmos. La realidad natural, de algún modo, ha de incorporarse en una computadora, y ahí entra la digitalización para representar la realidad numéricamente. Digitalizar una melodía consiste en dividirla en diminutos fragmentos, registrando el volumen y la frecuencia de cada uno. La digitalización implica una partición muy fina que captura características de la realidad, como color y frecuencia. Una imagen captura la realidad en una partición similar a una cuadrícula, donde a cada elemento se denomina “pixel”. Hay imágenes de megapíxeles donde la realidad es indistinguible de la artificialidad.

Los logros de la inteligencia artificial se deben a avances en hardware y software de los sistemas computacionales. El hardware se refiere a la parte física: circuitos, memorias, tarjetas de video, máquinas. El software se refiere a la programación de esos circuitos, el conjunto de instrucciones que ejecuta el hardware. Los avances en hardware consisten en miniaturizar circuitos, empacándolos en minúsculas obleas de silicio, llamadas chips, que se interconectan y permiten el procesamiento de información cada vez más rápido. Las mejoras en software buscan obtener programas cada vez más eficientes, por lo que es importante determinar la velocidad de ejecución de un programa, un estudio denominado complejidad computacional.

Los avances en hardware y software han permitido la implementación de tecnología que parece tener una “inteligencia” próxima a la humana con ejemplos notables como vencer al campeón mundial de ajedrez o traducir textos entre varios lenguajes. Históricamente, un salto impresionante en la inteligencia artificial se produjo con la invención de las redes neuronales, donde se presentan numerosos problemas y sus respectivas soluciones a una red para que aprenda a encontrar soluciones a otros problemas que no se utilizaron para entrenarla. El juego GO fue programado por ingenieros de Google para vencer al campeón mundial. Para ello, hicieron que dos computadoras jugaran con el mismo programa. Si una computadora ganaba y parecía tener mejor estrategia, esa estrategia se incorporaba al programa. Se jugaron decenas de millones de juegos para mejorar el programa. Este recurso cíclico, ejecutando el mismo programa para mejorarlo progresivamente, es la idea fundamental del aprendizaje automático.

El concepto de inteligencia como procesamiento masivo de datos para lograr un resultado ha cambiado la forma en que se ve el cerebro humano. El cerebro humano creó la computadora, y ahora el cerebro humano es visto como una computadora. Para Ray Kurzweil, investigador principal de IA en Google, la inmortalidad consiste en transmitir el cerebro a una computadora. Según Kurzweil, el futuro de la evolución consiste en subir los pensamientos y conocimientos de una persona a una computadora. Sin embargo, hay dos aspectos que fallan cuando se ve al cerebro como una computadora. Una neurona se comunica con 100,000 neuronas a través de conexiones sinápticas; y si cada una de estas se comunica con otras 100,000, estamos hablando de 10,000 millones de conexiones. Además, el número típico de neuronas en el cerebro es de un billón de neuronas. Por lo tanto, ninguna computadora puede rastrear todas las trayectorias posibles de una señal eléctrica que pasa por unas pocas neuronas. El grado de complejidad del cerebro es algo que escapa a las posibilidades computacionales actuales, y hasta los más optimistas aceptan que no hay forma de comprender la complejidad del cerebro humano.

La inteligencia artificial se utiliza prácticamente en todas partes (teléfonos inteligentes, edificios inteligentes, vehículos autónomos, etc.), pero mucha inteligencia artificial ha de implicar mucha sensatez, sabiduría, y humildad.