En este país donde un escándalo de corrupción tapa a otro y donde una tragedia mayor opaca el dolor de otras víctimas que se quedan en el olvido, la indignación, el coraje y la capacidad de asombro, por grandes que sean, terminan apagándose ante la inacción y el encubrimiento de las autoridades.

Y es que ante la falta de investigaciones por parte de la Fiscalía General de la República o de decisiones políticas desde la Presidencia para que al menos se investigue y, de haber elementos, se castigue a los presuntos corruptos de Morena, el cinismo y la impunidad terminan prevaleciendo en casos que cimbran e indignan a la sociedad, pero que pasa el tiempo y siguen sin ser procesados ante la justicia.

Ese parece ser el caso del senador Adán Augusto López quien, a pesar de todas las evidencias, testimonios y documentos que apuntaban a su responsabilidad e involucramiento en los negocios criminales de su exsecretario de Seguridad en Tabasco, Hernán Bermúdez Requena, nunca se le investigó ni se le molestó ni con el pétalo de un citatorio, con todo y que la presidenta Sheinbaum repitió, una y otra vez, que si había sospechas o elementos en contra del líder senatorial de Morena y sus presuntos vínculos con el grupo criminal de “La Barredora”, la “FGR tiene que investigar".

Pero como ni la Presidenta dio una orden clara y contundente, ni quizás tampoco podía darla porque se molestaba su antecesor, el expresidente López Obrador, y como el fiscal Gertz Manero está más ocupado y preocupado por desenterrar el caso Colosio, ocurrido hace 31 años, inventando testigos y falseando pruebas para detener a un presunto “segundo tirador”, la realidad es que a Adán Augusto, todo el coraje y la indignación nacional que provocó su caso, que se volvió tendencia en redes sociales y hasta noticia internacional, le terminó haciendo lo que el viento a Juárez.

Han pasado ya más de dos meses desde que su compadre y amigo, Hernán Bermúdez Requena, fue detenido en Paraguay y traído a México para iniciarle un proceso penal por haber liderado un grupo criminal mientras se desempeñaba como secretario de Seguridad de Tabasco, y de manera más que extraña el nombre de Adán Augusto López ni siquiera ha salido a relucir en las audiencias judiciales y mucho menos se ha investigado si lo que repite hasta el cansancio el senador de Morena que él nunca supo nada ni se enteró de que en su gobierno los policías estatales eran al mismo tiempo narcos, secuestradores, extorsionadores y hasta huachicoleros.

A la fecha, nadie sabe por qué razón ni Sheinbaum ni el arqueólogo del pasado criminal, Gertz Manero, se han decidido a ordenar una investigación a fondo para determinar si lo que dice Adán Augusto es verdad o si él supo de los crímenes y fechorías que cometió su compadre Bermúdez Requena. Y especulaciones hay muchas, la más socorrida, y que parece la más real, es que al coordinador de Morena en el Senado lo protege, desde Palenque, López Obrador, quien no permite que se investigue o se moleste con citatorios al que alguna vez llamó su “hermano”.

La otra hipótesis, que también suena muy real, es que la información que posee Adán —que ya alguna vez amenazó públicamente con que él no era “ningún tonto y fue secretario de Gobernación”— es tan fuerte y comprometedora, que ni siquiera la Presidenta, que se supone tiene todo el poder (al menos eso dice la Constitución) puede tocar o molestar al líder senatorial de su partido.

En cualquier caso, está claro que Adán Augusto se siente tan protegido e impune, tan seguro de que nadie se atreverá a tocarlo, que no solo ha seguido operando a sus anchas como amo y señor del Senado de la República, sino que conserva su estilo de vida nada austero, y en el colmo de la desfachatez, ahora hasta predica sobre la oscuridad y el bien, y acusa a personajes como Claudio X. González y Roberto Madrazo de estar detrás de la marcha ciudadana del pasado 15 de noviembre que fue brutalmente reprimida por el gobierno capitalino, con la complacencia de la presidenta Sheinbaum.

“Nada es fortuito, es una embestida de la parte más oscura de la derecha mexicana, incluso con participación internacional, la ultraderecha, el fascismo, quienes ahora ya se quitaron la máscara. Es cierto que en un principio se pensó que era una convocatoria espontánea para la movilización o marcha, pero pues no hay crimen perfecto, todo fue perfectamente orquestado”, dijo el senador tabasqueño.

Y, como bien dice el refrán que “el pez por su boca muere”, el mismo senador es la prueba viviente de que sí hay crímenes o delitos que resultan perfectos porque nadie los investiga, porque no puede o no se atreve, y al final quedan en la total impunidad.

Porque hoy, viendo a la presidenta Sheinbaum apurada por la inconformidad ciudadana contra la inseguridad y violencia que priva en su gobierno, aguantando los gritos de mexicanos hartos que repudian la incapacidad para proteger sus vidas y patrimonio, al que se le ve de lo más tranquilo, relajado y para nada apurado es al coordinador de Morena en el Senado.

Y mientras la serpiente ronda detrás de la asediada doctora a la que se le derrumba la aprobación ciudadana, va quedando más que claro que a este Adán, que se comió entera la manzana del pecado corruptor, ni Dios padre lo podrá expulsar del paraíso morenista, donde goza de la protección más oscura, mientras sigue disfrutando con su Eva de las abundantes mieles y frutos de la “transformación” y el “bienestar”.

NOTAS INDISCRETAS…

Entre los grandes millonarios, como en el caso de los gringos, no tienen amigos, tienen intereses. Y ahora que la Suprema Corte de Justicia, acatando la línea presidencial, le dio el último revés a Ricardo Salinas Pliego, negándole la validez de sus últimos amparos, la cuenta que tendrá que pagar obligadamente el empresario asciende hasta los 48 mil millones de pesos, más lo que le acumulen la Presidenta y el SAT. Y aunque directivos del grupo aseguran que Salinas pagará ese monto y que hará uso de los mecanismos de crédito y diferimiento hasta por tres años que le otorga la ley para pagar, en el gobierno de Sheinbaum ya tienen listo un plan de embargo a las principales compañías del “Tío Richie” y hasta han empezado a sondear qué otros empresarios estarían interesados en quedarse con algunas de ellas, en el caso de que el deudor no pueda o no quiera pagar lo que le ordenó la Corte. Y nos dicen que de todo el paquete de empresas y concesiones que entrarían en venta si no hay pago, la que más llama la atención es Banco Azteca, que viene siendo la joya de la corona de Grupo Salinas, y ya hay varios empresarios que andan rondando a dicho banco para quedárselo si Salinas no paga y uno de ellos es actualmente de los empresarios que más han crecido en los últimos años haciendo negocios con la 4T. ¿Quién será el tirador que se quiere quedar con el Banco Azteca?...A propósito del fiscal arqueólogo, que le da por desenterrar el pasado en busca de “cajas chinas”, es una vergüenza de la Fiscalía General de la República y del juez que le otorgó la orden de aprehensión para detener a José Antonio Sánchez Ortega. Porque resulta que, como no había una sola prueba clara de que ese pobre hombre fuera el segundo tirador, porque nunca se le veía en ninguno de los cientos de videos que fueron analizados y revisados por cuatro fiscales, aparecer cerca del candidato Luis Donaldo en aquel mitin de Lomas Taurinas como para poder dispararle, el señor Gertz se inventó un peritaje, que pidió a sus cuates peritos “patito”, para que se inventaran la jalada de que Sánchez Ortega sí estaba cerca de Colosio, pero que no se le ve porque “como era un agente entrenado, iba agachado cerca del candidato”. ¿Eso es un peritaje serio, señor fiscal? ¿Con eso se dobló, señor juez cuarto penal Daniel Marcelino Niño Jiménez, para otorgar una orden de aprehensión espuria? Insulta y agravia que utilicen el caso como distractor mediático, un caso que ya se había cerrado y una hipótesis que fue desechada en cuatro ocasiones. Sin el más mínimo respeto, desentierran el féretro de Luis Donaldo Colosio cada que la agenda mediática y política les aprieta. ¿Qué sentirán los hijos de Colosio que crecieron viendo no solo la injusticia y el dolor por la ausencia de su padre, sino que ahora tienen que aguantar que lo vuelvan a sacar como distractor para apagarle el fuego que ya le llega a las enaguas a la señora presidenta?... Se lanzan los dados. Capicúa.

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