El mundo entero fue testigo de un fenómeno astrológico: el eclipse de Sol que impactó las frecuencias vibratorias de la tierra, pues el día se oscureció en algunos estados del país. Gracias a la tecnología, millones de personas en el extranjero también atestiguaron esta maravilla que nos regaló la naturaleza.

También hubo un episodio que ensombreció la diplomacia mexicana ante los ojos del mundo, al atestiguar una irrupción policiaca a la embajada de México en Ecuador, violando las normas más elementales del Derecho Internacional Público.

Al respecto, existe un principio clave de la inviolabilidad de las embajadas (la extraterritorialidad) que ha dado precisamente, entre otros postulados, sustento a las relaciones diplomáticas. La Convención de Viena señala: “…Las autoridades del Estado receptor no podrán penetrar en la parte de los locales consulares…” (Art. 31.2) “… Los locales consulares, sus muebles, los bienes de la oficina consular y sus medios de transporte, no podrán ser objeto de ninguna requisa, por razones de defensa nacional o de utilidad pública…” (art. 31.4)

Los políticos ecuatorianos dejaron en la obscuridad internacional a su país al haber eclipsado con su intervención violenta a territorio azteca y con ello, violar el derecho internacional público. En efecto, la condena internacional por ese hecho ha sido unánime, no hay justificante alguno que legalice una irrupción violenta de esa forma, la ley no se combate realizando conductas delictivas, es decir, cometiendo delitos.

Algunas voces como la de Luis Almagro, Secretario General de la OEA, señaló: "nada justifica la violación [de sede diplomática], aceptarlo es borrar de un plumazo las normas más elementales, sin las cuales no hay relaciones diplomáticas posibles entre países". Jake Sullivan, Consejero de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, remató: "el gobierno ecuatoriano ignoró sus obligaciones bajo el derecho internacional como Estado anfitrión de respetar la inviolabilidad de las misiones diplomáticas".

Así, el presidente ecuatoriano Daniel Noboa que había entrado con buenos augurios a asumir la presidencia y librado el estado de emergencia por la rebelión del crimen organizado, ahora se eclipsó ante la comunidad internacional, por tan lamentable episodio. Al respecto, en su mensaje a la Nación confesó: “estoy consciente que rompí con el convenio internacional de consideración y respeto a una embajada, pero no cabía otra alternativa, lamentablemente era la única, antes que el transgresor huyera a México con la ayuda de sus funcionarios”.

Las posibles ilegalidades que hubiera por otorgar asilo al exvicepresidente Jorge Glas, y que en mi opinión no las hay, no se combaten cometiendo conductas delictivas. Así que el joven Noboa ya eclipsó su mandato a nivel internacional.

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