Nuestro presidente sería un gran showman, claramente su vocación pasa por la generación de escándalos. López Obrador se ha vuelto un maestro en las cortinas de humo, en las cajas chinas, en los distractores baratos que vende carísimos.

Ahora, el objetivo fue el periodista Carlos Loret de Mola, que ha develado una importante cantidad de corruptelas e ineptitudes de la 4T, ninguna de ellas, por cierto, desmentida a cabalidad por la oficina presidencial.

Nuestro presidente apuesta al populista más clásico, al que divide a la ciudadanía en “pueblo bueno”, todos los que están a su favor y en “conservadores”, todos los que osan cuestionar, criticar o disentir con sus políticas.

López Obrador no tiene vocación de demócrata, la pluralidad no es la esencia del showman sino, más bien, la de imponer una única verdad, construir la realidad en los límites de su espectáculo.

Como hombre de entretenimiento sería un éxito, pero por desgracia como político será el autor de un país que verá erosionar sus libertades.

Hoy se respira cierto nervio entre algunos críticos del Presidente, es ya muy conocida su mecha corta y su talante autoritario, basta un guiño de desaprobación de su oficina para que una oleada de represalias brote del poder contra quien ose molestarle.

Un showman no requiere contrapesos, un showman solo vive de aplausos, un showman no debería de ser presidente.

López Obrador se radicalizará cada día más en su necedad de imponer su visión de la realidad, el presidente que tuvo todo para pasar a la historia como un gran conciliador terminará recordado como el gran destructor de la democracia mexicana.

Los medios serán uno de sus más importantes adversarios, su actuar es de manualito: sembrar desconfianza entre la población contra cualquier institución autónoma, desde el INE hasta una página web.

No sé si logrará su cometido, estas elecciones serán muy importantes para empezar a imaginar el rumbo que tomará el país durante los próximos años.

Sin embargo, la destrucción que hasta el momento ha dejado el lopezobradorismo en las instituciones democráticas no será fácil de recuperar.

Temo que aún falta mucho para lo peor.

De Colofón

El Tribunal Tapete se apresta a regresar la candidatura para Félix Salgado y Raúl Morón, poco importa la ley, mucho importa quedar bien con el Emperador. 


@LuisCardenasMX

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