El jueves 9 de marzo la diputada del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Isabel Merlo Talavera, pidió licencia para incorporarse un día después al gabinete estatal y con ello se convirtió en la tercera de tres legisladores que recurrieron a ese derecho.
En el último trimestre de 2022, la primera en solicitar licencia fue Olga Romero Garcí-Crespo para postularse y asumir la dirigencia estatal del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Mientras que el también morenista Sergio Salomón Céspedes Peregrina solicitó la licencia en diciembre, pero para asumir la gubernatura sustituta tras la muerte de Miguel Barbosa Huerta.
El concepto de la licencia está previsto en la Ley Orgánica del Poder Legislativo del Estado Libre y Soberano de Puebla, así como en el reglamento interno con el que se rigen.
“Licencia: La autorización concedida por el Congreso del Estado, a la solicitud presentada por un Diputado para separarse del ejercicio de su cargo”, es la definición exacta.
De acuerdo con los documentos, la licencia es un derecho y al solicitarla se pierde la condición, derechos y facultades de los diputados, además de que se prevén cuatro razones para otorgarla.
Éstas son por enfermedad o accidente, asumir otro cargo público en alguna administración, por tener un puesto en un partido político, para ser candidato o para atender trámites legales.
Se consideran dos tipos de licencia, una menor a 30 días que puede solicitarse a la Mesa Directiva y la Comisión Permanente sin la necesidad de llamar al suplente, así como otra mayor a 30 días que se vota en el pleno e implica la sustitución.
Una previsión relevante es que si el diputado pide licencia mayor a 30 días por enfermedad o accidente, recibe sus remuneraciones hasta por un trimestre.
También resalta que no se podrán conceder licencias al mismo tiempo a más de la mitad de los 41 diputados, un escenario previsible, sobre todo, para los periodos electorales.
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