El 3 de julio se cumplen 67 años de que las mujeres en México por primera vez emitieron su voto en las urnas, en aquella ocasión lo hicieron para renovar diputaciones federales.

En el marco de este hecho celebrado en 1955, recordamos a tres mujeres que en Puebla fueron las principales promotoras de que el voto femenino y las nuevas demandas de las mujeres se hicieran realidad.

Hay que recordar que el 6 de abril de 1952, más de veinte mil mujeres se agruparon en el Parque 18 de Marzo de la Ciudad de México, exigiendo al entonces candidato presidencial Adolfo Ruiz Cortines que hiciera cumplir su gran promesa de plasmar en la Constitución el derecho de las mexicanas a votar y ser electas.

En representación de Puebla estaban Carmen Caballero Cortés, Alda Pardo y Ana María Garrido Quiroz.

Carmen Caballero Cortés

Ellas fueron las primeras poblanas en promover el derecho al voto
Ellas fueron las primeras poblanas en promover el derecho al voto

Nació el 13 de enero de 1911 en el municipio de Acatlán de Osorio. Era hija del Coronel Revolucionario Napoleón Caballero Ibarra y Concepción Camarillo.

Su profesión en el magisterio la llevó a recorrer varias zonas de la entidad, principalmente en las sierras donde las carencias de los pobladores, principalmente de las mujeres y niños la motivaron a trabajar por igualdad y justicia.

En 1946, contando con la autorización del director del Benemérito Instituto Normal del Estado (BINE) instaura el programa de desayunos que se servían en las escuelas primarias y jardín de niños, anexos de dicho Instituto.

En 1951, funda la Agrupación Civil de Mujeres Poblanas de la que fue su presidente, agrupación cuyo lema "La superación de la mujer y el niño", fue meta de sus acciones.

La primera actividad de la agrupación fue apoyar la candidatura a gobernador de Rafael Ávila Camacho, organizando comités en los diferentes municipios de la entidad.

Fue la responsable del recibimiento en la ciudad de Puebla como candidato oficial, y ella dando el discurso de bienvenida.

Ávila Camacho, ya como gobernador, invita a las integrantes de la Agrupación Civil de Mujeres Poblanas a fundar el Sector Femenil del PRI, y Carmen Caballero es designada directora de la secretaría de acción femenil, cargo que desempeñó durante trece años.

En 1952, instituye el programa de desayunos escolares en toda la ciudad de Puebla, y en ese mismo año, junto con un numeroso contingente de mujeres poblanas asiste a la Asamblea Nacional Femenil que agrupó a mujeres de todo el país.

En agosto de 1953, se celebra en la Ciudad de México el Congreso Nacional de la Mujer donde la profesora Carmen Caballero formó parte de la mesa directiva.

En octubre de ese mismo año, organiza en Puebla el Primer Congreso Estatal de la Mujer, y su carrera política se consolida al ser electa regidora del municipio de Puebla, posición que le permitió ejercer diversos programas sociales a favor de la niñez, principalmente del sector hoy conocido como niños de la calle.

Otras actividades políticas que hizo fueron en campañas políticas de gobernadores desde el General Antonio Nava Castillo hasta Mariano Piña Olaya; así como de candidatos a la presidencia de México como Adolfo Ruiz Cortines y Adolfo López Mateos.

Murió el 8 de marzo de 1991, convencida de que, “en la medida en que asumamos responsabilidad y compromisos, hombres y mujeres obtendremos un desarrollo pleno y con justicia social”, se lee en su página web.

Ana María Garrido Quiroz

De acuerdo con el libro Mujeres Poblanas Destacas, editado por el Instituto Poblano de las Mujeres, Garrido Quiroz nació en Xalapa, Veracruz en 1912, pero a los 16 años llegó a Puebla donde desarrolló su vida académica y profesional.

El 19 de septiembre de 1935 inició sus actividades políticas, y cinco años después logró ser nombrada secretaria de Acción Femenil en el PRI, cargo que desempeñó hasta 1943.

Fue comisionada para hacer la petición del voto para las mujeres ante el licenciado Adolfo Ruiz Cortines.

Posteriormente, participó en las campañas políticas del doctor Gonzalo Bautista O’Farrill, de Adolfo López Mateos, Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez.

En 1971 fue comisionada para realizar el Primer Congreso Nacional Femenil Campesino en Chiapas, y tres años después fue nombrada presidenta del Comité Seccional número 72 del PRI.

Alda Pardo

Alda Pardo nació el 5 de julio de 1936 en la capital del país, pero desde muy pequeña su familia llegó a Puebla para asentarse y por ello realizó su formación académica en colegios de esta ciudad.

En 1951 se hizo militante del PRI y con ello ejerció varias actividades políticas como representar a la mujer poblana en la reunión que se llevó a cabo en el Distrito Federal, (hoy Ciudad de México) el 6 de abril de 1952.

Ahí, Alda Pardo le solicitó al entonces candidato a la presidencia de México, Adolfo Ruiz Cortines que se les otorgara a las mujeres mexicanas el voto en elecciones de gobernadores y presidentes de la República.

De 1951 a 1989 participó activamente en las campañas para gobernadores de Maximino Ávila Camacho, Fausto M. Ortega, Antonio Nava Castillo, Rafael Moreno Valle, Alfredo Toxqui Fernández de Lara, Guillermo Jiménez Morales y Mariano Piña Olaya.

El camino que iniciaron estas tres mujeres permitió que Luz María Martínez Contreras fuera la primera presidenta municipal en el estado de Puebla, y fue por San Martín Texmelucan.

Esperanza Ramos de Naranjo, fue la primera diputada en el estado por San Martín Texmelucan, en 1962.

En el poder legislativo federal Matilde del Mar Hidalgo y García Barna llegaron a ocupar una curul por el distrito de Cholula, de 1973 a 1976; mientras que en el Senado arribó Guadalupe López Bretón en 1973 y 1999, en ambos casos como suplente que logró ser propietaria.

De acuerdo con el libro “La Revolución de las mujeres en México”, por el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), en 1953 se reformó la Constitución para que las mexicanas gozaran de la ciudadanía plena.

Lo anterior luego de que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) llamó a los países miembros a reconocer los derechos políticos de las mujeres, ya que no podía considerarse democrático a un país si más de la mitad de su población no participaba en la toma de decisiones, por lo que dos años después las mujeres fueron a las urnas.

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