La titularidad de la Mesa Directiva del Congreso que este miércoles se renovó con la llegada de la panista Aurora Sierra Rodríguez ha sido, en últimos años, motivo de dimes y diretes partidistas.

Al inicio del segundo semestre  de la LXI Legislatura el trabajo de este órgano que coordina las comisiones y las discusiones en el pleno, no se han registrado diferencias que cuestionen el desempeño de su titular.

Sin embargo, el anterior Congreso comprendido entre 2018 y 2021 se caracterizó por rencillas y acusaciones, no sólo con la oposición, sino en los partidos aliados de Juntos Haremos Historia.

El elegido para encabezar la Mesa Directiva en el primer año de la anterior legislatura fue José Juan Espinosa Torres, quien llegó como diputado del Partido del Trabajo (PT).

Para ese momento el cargo aún se consideraba de un año y se esperaba que el exedil cholulteca permaneciera  entre septiembre de 2018 y el mismo mes de  2019.

Fue a inicios de junio de 2019 cuando anunció su renuncia al considerar que Gabriel Biestro Medinilla del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, utilizaba el Congreso con fines facciosos y personales.

Dado que la ley no contempla la renuncia a la Mesa Directiva se votó la destitución de Espinosa Torres de la presidencia y también  de las comisiones que encabezaba.

Entre junio y septiembre de 2019 el cargo lo ocupó María del Carmen Cabrera Camacho, también diputada por el PT, y para el siguiente semestre se eligió a Juan Pablo Kuri Carballo del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), quienes no tuvieron periodos conflictivos.

A mediados de marzo de 2020 la titularidad de la Mesa Directiva se entregó a la oposición del Partido Acción Nacional (PAN); Mónica Rodríguez Della Vecchia,  enfrentó críticas de la mayoría morenista y sus aliados.

A la diputada ahora reelecta para la actual legislatura le señalaron por negar el uso de la palabra a diputados de la mayoría, ignorar intervenciones y dar preferencia a la oposición.

Los diputados morenistas inconformes incluso plantearon iniciar un procedimiento para evaluar su desempeño , situación que Rodríguez Della Vecchia calificó como intimidaciones y presiones para no ceder a una Mesa Directiva a modo.

Las otras dos presidencias de la Mesa Directiva que presidieron en lo que restó de la anterior legislatura sin contratiempos, fueron las de Nora Merino Escamilla quien legisló por Morena y nuevamente por Cabrera Camacho.

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