La historia del partido Pacto Social de Integración (PSI) y su dirigente Carlos Navarro Corro en la LXI legislatura arranca con la sombra del huachicol y con poca representación en la toma de decisiones del Congreso del estado.

A menos de un mes del inicio del nuevo periodo legislativo, el partido sufrió un revés la semana pasada con la detención del alcalde de Quecholac, Alejandro M., un político emanado de este instituto político y ligado a presuntas actividades delictivas de su hermano Antonio Valente Martínez Fuentes, El Toñín.

Tras la detención, el diputado plurinominal local y dirigente de PSI, Carlos Navarro Corro, desconoció al exfuncionario y sostuvo que los posibles nexos con el robo de combustible no lo afectarían ni a él ni al partido.

Al margen de la crisis por la detención en Quecholac, días antes PSI había quedado relegado frente a otras fuerzas en el reparto de  las 35 comisiones que integran el Congreso del estado, pues a su líder sólo lo dejaron como secretario en un grupo y vocal en otros cinco.

Su nombre figura en la secretaría de Derechos Humanos y en la vocalía de Desarrollo Rural, Educación, la Comisión Inspectora de la Auditoría Superior del Estado, Ciencia y Tecnología, así como Desarrollo Urbano.

La presencia del PSI sólo en una secretaría y cinco vocalías contrasta con lo que lograron los otros dos partidos que coinciden en contar con un solo diputado plurinominal en la actual legislatura.

En el caso de Movimiento Ciudadano, Fernando Morales Martínez preside la comisión de Comunicaciones e Infraestructura, es secretario en el grupo de trabajo de Protección Civil y es vocal en otros cuatro.

Mientras que, Jaime Natale Uranga del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) preside la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático, es secretario en la de Turismo y vocal en otros cuatro grupos.

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