Con un severo deterioro, daño estructural y rebasado en un 300% de su capacidad de personal, así es como opera la actual sede del Congreso del Estado de Puebla.
Fernanda Abdeyan Godos, secretaria general del Congreso, declaró en entrevista que el espacio está contemplado para poco más de 200 personas, pero actualmente el número de empleados alcanza los 580.
En El Universal Puebla tuvimos acceso a un recorrido en el interior del Congreso donde se evidenciaron las malas condiciones del inmueble de cuatro pisos.
La funcionaria agregó que las condiciones de trabajo son de riesgo y hacinamiento, debido a que hay varias áreas apuntaladas y al reducido espacio para albergar a personas y documentos.
Los principales daños se observan en la torre administrativa, en el pleno, el salón de protocolos, así como las diferentes direcciones del área jurídica, administrativa, de prensa y el estacionamiento.
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En el área de dirección jurídica, hasta 10 personas tienen que compartir un espacio reducido por decenas de archivos. En los pasillos, no se pueden cruzar dos personas o el tránsito se dificulta.
Señaló que tras el sismo de 2019, el Colegio de Ingenieros Civiles de Puebla en conjunto con la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla se encargaron de generar un dictamen sobre las condiciones de la infraestructura.
Tras la evaluación, se obtuvieron recomendaciones que se siguieron al pie de la letra pero aún existen áreas de oportunidad que poder subsanar.
En este sentido, señaló que una de las recomendaciones de ingenieros es el encontrar un nuevo inmueble dados los daños estructurales ocasionados por los sismos y al deterioro propio de su antigüedad.
Por el momento, se desconoce qué se hará con este inmueble una vez que esté lista la nueva sede del Congreso que se está construyendo.
