Si eres amante del y buscas una experiencia fuera de lo común, estos puentes colgantes en Puebla que pocos se atreven a cruzar te retarán a conquistar el vértigo con vistas espectaculares en medio de la naturaleza.

Desde hasta y , el estado ofrece algunas de las travesías más emocionantes de México para quienes disfrutan del ecoturismo y la adrenalina.

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1. Puente tibetano de Tlatlauquitepec

Ubicado en la comunidad de Tepehican, dentro del Pueblo Mágico de Tlatlauquitepec, este puente colgante se alza como uno de los retos turísticos más intensos de la Sierra Norte de Puebla. Se trata del puente tibetano del Cerro Cabezón, suspendido a más de 100 metros de altura y con una longitud de 150 metros. Solo los más valientes se animan a cruzarlo.

Lo que hace tan desafiante este cruce no solo es su altura, sino el movimiento constante de la estructura y el crujir de las tablas de madera bajo los pies. Aun así, la experiencia se realiza con equipo de seguridad como arnés y línea de vida, lo que permite que incluso niños mayores de cinco años puedan participar.

El recorrido cuesta 100 pesos por persona y está disponible los fines de semana de 11:00 a 17:30 horas. En días festivos o puentes vacacionales, hay una versión nocturna entre luces y niebla que va de 18:00 a 20:30 horas. Para llegar desde la ciudad de Puebla, puedes tomar la carretera 140D hasta el entronque con la 129D y continuar hacia Tlatlauquitepec. También hay autobuses desde la con la línea Vía.

2. Puente colgante de la Cascada de Tulimán, Zacatlán

En el parque ecoturístico de la Cascada de Tulimán, ubicado a tan solo 25 minutos del centro de Zacatlán, se encuentra un puente colgante de 200 metros que atraviesa un paisaje boscoso de ensueño. Desde ahí, se puede observar la majestuosa caída de agua de más de 300 metros de altura, así como el entorno rocoso y selvático.

Uno de los atractivos más curiosos de este sitio es el “Papalótl”, un árbol hueco tan grande que dentro de él caben más de diez personas. Esta experiencia combina la emoción de las alturas con el contacto íntimo con la naturaleza.

Para llegar desde Puebla capital, el trayecto toma aproximadamente dos horas. Se recomienda tomar la carretera México–Puebla, seguir por la pista hacia Tlaxcala, y luego continuar rumbo a Zacatlán vía Tlaxco y Chignahuapan.

3. Puente colgante del Salto de Quetzalapan, Chignahuapan

El centro ecoturístico Salto de Quetzalapan, cerca de Chignahuapan, ofrece otra experiencia vertiginosa: un puente colgante suspendido a 100 metros de altura, con vistas privilegiadas de una poderosa cascada que cae entre las montañas.

Además del puente, este lugar cuenta con actividades como tirolesas que cruzan el río y descensos en rappel, lo que lo convierte en un destino ideal para los aventureros. El acceso es sencillo desde Puebla: basta con tomar la carretera 119 hasta Zacatlán y luego seguir la desviación hacia Chignahuapan. El centro ecoturístico está ubicado en un área de terracería que conduce directamente al cuerpo de agua.

Estos tres puentes colgantes en Puebla no son aptos para quienes temen a las alturas, pero sí para aquellos que buscan superar sus miedos en medio de paisajes espectaculares. Si te atreves a cruzarlos, el recuerdo quedará marcado como una de las aventuras más emocionantes de tu vida.

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