A solo 12 kilómetros al sur de la capital poblana se encuentra de Francisco Javier Mina, mejor conocido simplemente como Chipilo, la "pequeña Italia" de Puebla. Este pintoresco pueblo fundado por inmigrantes italianos ha conservado su identidad, idioma y costumbres, lo que lo convierte en un sitio único en México. Aquí te compartimos cinco sobre esta comunidad.

1. Chipilo fue fundado por italianos

El 8 de octubre de 1882, un grupo de inmigrantes provenientes de la región del Véneto, así como de zonas como Segusino, Treviso, Belluno y Lombardía, llegaron a tierras poblanas tras la firma de un contrato de colonización. Estos colonos fueron atraídos por las oportunidades agrícolas de la zona, y desde entonces, establecieron una comunidad sólida y resiliente.

2. Su idioma es una variante del véneto

Una de las particularidades de Chipilo es que muchos de sus habitantes aún hablan una variedad del idioma véneto. Esta lengua se ha transmitido de generación en generación, y aunque no está oficialmente reconocida, representa un símbolo de identidad para los chipileños. Incluso hay iniciativas para su enseñanza formal en escuelas locales.

Foto: Facebook chipilo 1882
Foto: Facebook chipilo 1882

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3. Defendieron su tierra durante la Revolución Mexicana

En 1917, aproximadamente 100 chipileños armados se refugiaron en la colina llamada Monte Grappa para defender su territorio del ataque de unos 4 mil revolucionarios zapatistas. Esta defensa fue tan significativa que Giacomo Berra, líder de la comunidad, fue nombrado general por el entonces presidente Venustiano Carranza. La valentía del pueblo fue reconocida incluso en Italia.

4. Sus productos lácteos son reconocidos a nivel nacional

La ganadería es una de las principales actividades económicas de Chipilo. Gracias a la tradición agrícola traída desde Italia, sus habitantes se especializaron en la producción de quesos, leche y crema de alta calidad. Estos productos son distribuidos a diferentes partes del país y han dado fama al pueblo por su sabor y autenticidad.

Foto: Facebook chipilo 1882
Foto: Facebook chipilo 1882

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5. Su arquitectura recuerda a las aldeas alpinas italianas

Caminar por las calles de Chipilo es encontrarse con fachadas que evocan a los pueblos del norte de Italia. Balcones de hierro forjado, techos inclinados y casas de colores suaves componen el paisaje urbano de esta comunidad que, a pesar del crecimiento urbano de Puebla, ha logrado conservar su esencia y tradiciones.

Hoy en día, Chipilo busca una mayor autonomía administrativa, así como el reconocimiento oficial de su lengua y sus costumbres. Este pueblo continúa siendo un ejemplo de integración cultural, resiliencia y preservación de sus raíces. Sin duda, Chipilo es mucho más que un rincón italiano en México: es una comunidad viva que honra su pasado mientras mira hacia el futuro.

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