Si buscas escapar del ruido de la ciudad, conectar con la naturaleza y respirar aire puro, Puebla es el lugar ideal. Este estado alberga una gran diversidad de escenarios naturales donde puedes relajarte, explorar y revitalizar tu cuerpo y mente.
Desde cascadas imponentes hasta reservas de biosfera únicas en el mundo, estos cinco destinos te invitan a desconectarte de la rutina.
Ubicado a solo 8 kilómetros del Pueblo Mágico de Chignahuapan, el Salto de Quetzalapan es una de las cascadas más impresionantes de la Sierra Norte. Con una caída de 100 metros, este paraíso natural es alimentado por el río Quetzalapan, que nace en la Laguna de Chignahuapan.
Para llegar a la base de la cascada es necesario descender 365 escalones, un reto que vale la pena por la vista espectacular. En la parte alta hay una zona recreativa con tirolesa, puente colgante, miradores, cafetería, área de palapas y estacionamiento. También encontrarás los restos de una planta hidroeléctrica inaugurada en 1930.
Alchichica es uno de los seis lagos que conforman el llamado “Archipiélago de los Axalapazcos”. Se trata de un lago cráter de origen volcánico cuyas aguas limpias y mineralizadas sorprenden por su belleza única. Se encuentra en la región limítrofe entre Puebla y Veracruz.
Este paisaje surrealista ha llamado la atención de científicos y exploradores, como Jacques Cousteau. Según relatos locales, en sus aguas se han visto luces misteriosas, lo que le añade un aire místico al lugar.
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Ubicado entre Puebla y Tlaxcala, este parque nacional se extiende por más de 46 mil hectáreas. El protagonista del paisaje es el volcán La Malinche, con una altitud de 4 mil 462 metros. Aquí se pueden realizar actividades como senderismo, ciclismo de montaña y campismo.
La Malinche es hogar de una gran diversidad de especies endémicas y bosques de encino, oyamel y pino. Cuenta con un centro vacacional con cabañas, áreas recreativas y zonas para acampar. Es una excelente opción para los amantes del ecoturismo y las montañas.
Esta reserva, compartida entre Puebla y Oaxaca, abarca más de 490 mil hectáreas. Se trata de una de las zonas de mayor biodiversidad del país, con ecosistemas que van desde selvas secas hasta bosques templados.
Dentro de la reserva se encuentran especies endémicas de flora y fauna, así como vestigios históricos y culturales. Puedes acceder a la zona por diversas carreteras que conectan Tehuacán con Oaxaca. Es perfecta para una escapada larga, con paisajes montañosos y climas variados.
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En la comunidad de Chichicazapan, en Cuetzalan, se esconde una gruta activa atravesada por un río subterráneo. A diferencia de otras cavernas, esta gruta húmeda solo se puede visitar con un guía certificado y equipo especial de seguridad.
Su recorrido de dificultad intermedia permite explorar senderos internos y observar la fuerza del agua desde dentro de la tierra. En temporada de lluvias, el nivel del río crece, por lo que se recomienda extremar precauciones y acudir con expertos.
El aire puro es aquel que no contiene contaminantes o partículas nocivas, lo que lo convierte en un elemento esencial para la salud física y mental. Respirar aire limpio mejora la oxigenación, fortalece el sistema inmunológico y reduce el estrés. Por eso, escapar a zonas naturales como las de Puebla es una forma efectiva de cuidar tu bienestar.
Por lo que estos cinco destinos naturales te ofrecen mucho más que paisajes hermosos: te permiten reconectar contigo mismo y con la naturaleza. Así que, si estás buscando dónde respirar profundo y recargar energía, en Puebla encontrarás lugares que parecen sacados de otro mundo.