México es un paraíso para los y las experiencias al aire libre. Entre sus , las piscinas naturales ocupan un lugar especial por su belleza, aguas cristalinas y paisajes de ensueño. Desde cascadas petrificadas hasta pozas de color turquesa, aquí te presentamos las 5 piscinas naturales más bonitas de México, incluyendo una joya escondida en Puebla que te dejará sin aliento.

1. Grutas de Tolantongo, un paraíso termal en Hidalgo

Ubicadas en el Cañón del Mezquital, las Grutas de Tolantongo son uno de los destinos más visitados del país. Sus aguas termales y su sistema de cuevas atraen a miles de turistas que buscan relajarse rodeados de montañas.

El lugar cuenta con más de 40 albercas enclavadas en la barranca, formadas a lo largo de los años por minerales que les dan un aspecto natural. La temperatura promedio del agua es de 20 °C, y para disfrutar al máximo, lo ideal es llegar temprano y evitar fines de semana o días festivos.

2. Hierve el Agua, las cascadas petrificadas de Oaxaca

A poco más de una hora de la ciudad de Oaxaca se encuentra Hierve el Agua, un conjunto de cascadas petrificadas que parecen suspendidas en el tiempo. Este fenómeno natural, formado por carbonato de calcio durante miles de años, ofrece pozas templadas de color turquesa ideales para nadar y admirar el paisaje.

Desde sus miradores se aprecian montañas infinitas y vegetación abundante. Es un lugar perfecto para quienes aman la fotografía y buscan un escenario único en el mundo.

3. Puente de Dios, Tamasopo, San Luis Potosí

En plena Huasteca Potosina, el Puente de Dios deslumbra por su intenso color azul turquesa y por estar rodeado de selva tropical. Sus aguas frías y cristalinas alcanzan profundidades de entre 15 y 20 metros, por lo que el uso de chaleco salvavidas es obligatorio.

Además de nadar, los visitantes pueden explorar una caverna natural con estalactitas y estalagmitas formadas por la erosión del agua. Es un destino ideal para aventureros y amantes de la naturaleza.

4. Poza Pata de Perro, el tesoro de Cuetzalan, Puebla

Muy cerca del centro de Cuetzalan, uno de los Pueblos Mágicos más encantadores de Puebla, se encuentra la Poza Pata de Perro, un conjunto de albercas naturales con forma de huella canina.

Este rincón, rodeado de bosque de neblina, cascadas y grutas, es perfecto para refrescarse en aguas cristalinas. La poza más grande alcanza una profundidad aproximada de cuatro metros, mientras que las más pequeñas son ideales para descansar y disfrutar de la tranquilidad.

Foto: Poza Pata de Perro / Google Maps
Foto: Poza Pata de Perro / Google Maps

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5. Carpa Olivera, la alberca marina de Mazatlán, Sinaloa

En el corazón de Olas Altas se encuentra la histórica Carpa Olivera, una de las pocas albercas marinas en el mundo. Construida hace más de 100 años, se llena de manera natural con el oleaje del Pacífico.

Su piscina de agua salada, con más de 700 metros cuadrados, ha sido punto de encuentro de locales y turistas por generaciones y conserva un encanto único que la convierte en un imprescindible de Mazatlán.

Consejos para visitar las piscinas naturales de México

  • Lleva traje de baño, toalla y calzado acuático.
  • Evita el uso de bloqueadores y productos químicos que dañen el ecosistema.
  • Si vas en temporada alta, llega temprano para disfrutar del lugar con menos gente.
  • Respeta las indicaciones y reglamentos para preservar estos tesoros naturales.

Estas piscinas naturales en México son perfectas para escapar de la rutina y conectar con la naturaleza. Y si estás en Puebla, no dejes pasar la oportunidad de conocer la Poza Pata de Perro en Cuetzalan, un paraíso escondido que te conquistará desde el primer chapuzón.

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