Ubicado en la Sierra Norte del estado, Cuetzalan es conocido como la Venecia de Puebla por sus calles empedradas que, en temporada de lluvias, se convierten en riachuelos naturales. Este Pueblo Mágico, rodeado de neblina, cascadas y vegetación exuberante, ofrece experiencias únicas para quienes buscan planes buenos, bonitos y baratos sin salir del estado.
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La plaza principal de Cuetzalan es uno de los puntos más emblemáticos. Los domingos, este espacio se transforma con el tradicional tianguis, donde se venden frutas locales, café, pan artesanal, textiles y remedios tradicionales. Es también el escenario perfecto para admirar la Danza de los Voladores, un ritual prehispánico que forma parte del patrimonio cultural de México.
A solo siete kilómetros del centro, se encuentra Yohualichan, un antiguo centro ceremonial que precede a El Tajín. Sus estructuras con nichos, vegetación exuberante y senderos tranquilos ofrecen una alternativa accesible para quienes buscan una conexión con la historia prehispánica de la región.
Las cascadas El Salto, Las Golondrinas o Corazón del Bosque son accesibles y perfectas para caminatas, fotografías o simplemente disfrutar del entorno. Algunas cuentan con tirolesa, pozas para nadar o senderos que se pueden recorrer a caballo.
El Museo Etnográfico Calmahuistic y la Casa de Cultura resguardan piezas arqueológicas, textiles tradicionales y obras del artista Gregorio Méndez Nava. La entrada es económica y te permite conocer a fondo la identidad cultural de Cuetzalan.
Por menos de lo que gastarías en una gran ciudad, puedes probar platillos como acamayas al mojo de ajo, tlayoyos, frijoles con xocoyol, pipián o la sopa de setas. En el mercado o en restaurantes familiares también puedes encontrar bebidas tradicionales como el yolixpa y licores de frutas.
Lo más bonito de Cuetzalan es su combinación de paisajes naturales y tradiciones vivas. Su bosque de niebla, las cascadas escondidas entre la vegetación, los cafetales y el ambiente místico que se intensifica con la neblina lo convierten en un destino mágico. Además, su arquitectura colonial, los bordados tradicionales y los rituales indígenas como la Danza de los Voladores conservan una esencia ancestral que enamora a los visitantes.
Cuetzalan es fresco y húmedo, especialmente en temporada de lluvias, por lo que se recomienda llevar ropa cómoda y abrigadora, impermeable, calzado antiderrapante y prendas que te protejan de la humedad y los cambios de temperatura. Un paraguas o capa de lluvia puede ser muy útil, así como ropa ligera pero de manga larga para las caminatas por la naturaleza.