En un mundo cada vez más conectado, muchos buscan momentos de desconexión real. Por ello, te presentamos cinco refugios en la naturaleza para escapar del celular en Puebla, destinos ideales para apagar el teléfono y reconectar contigo mismo en medio de paisajes impresionantes, aire puro y silencio reconfortante.
A tan solo 25 kilómetros de Zacatlán, el Valle de Piedras Encimadas se extiende como un escenario surrealista en la Sierra Norte. Sus formaciones rocosas, moldeadas por la erosión durante millones de años, despiertan la imaginación de los visitantes, quienes encuentran siluetas de animales, personas o figuras abstractas entre sus gigantes de piedra.
Aquí no hay señal, pero sí senderos, caballos y zonas de campismo donde el tiempo parece detenerse. Administrado por la comunidad local, este espacio promueve el ecoturismo y el respeto por el entorno natural. A más de 2,000 metros sobre el nivel del mar, el clima fresco invita a caminar sin prisa y respirar profundo.
En el Pueblo Mágico de Tlatlauquitepec, el Cañón La Soledad ofrece una experiencia intensa para quienes buscan aventura lejos del ruido digital. Formado por el cauce de un río interrumpido hace más de medio siglo, este cañón se localiza en la Presa de la Soledad, a tan solo dos horas del Zócalo de Puebla.
La ruta incluye cruzar un puente colgante y descender por un sendero de 150 metros. Las actividades como rappel, cañonismo y kayak requieren concentración total y presencia plena, justo lo que necesitas para dejar el celular en la mochila y vivir el momento.
En Santa Rita Tlahuapan, el Rancho San Martín florece como un remanso de paz entre campos de lavanda. Este proyecto agroindustrial impulsa la producción sustentable de flores aromáticas y ofrece a los visitantes talleres, recorridos, baños de bosque y cosechas comunitarias en agosto.
Ideal para una escapada en pareja o con familia, aquí puedes disfrutar un pícnic entre flores y aprender sobre los usos medicinales y terapéuticos de la lavanda. La señal de celular es escasa, pero el aroma y la vista bastan para olvidarte de cualquier notificación.
Oculta en la selva de Cuetzalan, la Poza Pata de Perro es una joya natural formada por cinco pozas cuya disposición recuerda la huella de un can. Cuatro de ellas son perfectas para nadar; una más profunda espera a los amantes de la adrenalina.
Debido a la complejidad del terreno, solo se puede visitar con guía certificado, lo que garantiza seguridad y respeto por la naturaleza. Este rincón sin cobertura te obliga a dejar el celular y centrarte en la magia del agua cristalina y los sonidos del bosque.
Con una caída de 80 metros, la Cascada de Puxtla es una de las más impresionantes de Puebla. Rodeada de bosque nublado, su ambiente místico se intensifica durante el invierno, cuando la neblina cubre el camino como un velo encantado.
Ubicada en la Sierra Norte, este refugio es perfecto para hacer senderismo, practicar rappel o simplemente contemplar la vista desde su mirador natural. Sin señal telefónica ni distracciones, solo tú, el agua y el eco del viento.
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Estos cinco destinos en Puebla no solo te ofrecen un respiro del celular, también te invitan a reconectar con lo esencial: la tierra, el silencio y el aquí y ahora. ¿Estás listo para desconectarte?