Puebla es un estado privilegiado. Entre barrancas, montañas y bosques se esconden como sus impresionantes , muchas de ellas poco conocidas y alejadas del bullicio turístico. Si estás buscando una experiencia en contacto con la naturaleza, estas siete caídas de agua son paradas obligadas al menos una vez en la vida.

1. Cascada Atexcaco

Ubicada a solo 15 minutos de Teteles de Ávila Castillo, la cascada de Atexcaco es una joya natural de la Sierra Norte. Con menos de 10 metros de altura, sus aguas frías y cristalinas son perfectas para refrescarse y relajarse.

Para llegar desde la ciudad de Puebla, toma la carretera a Teziutlán y desvía hacia Hueyapan. A solo 2 kilómetros del poblado, este rincón es ideal para disfrutar en calma, lejos del turismo masivo.

2. Cascada Alpopoca o Tres Caídas

En el municipio de Zongozotla, la cascada Alpopoca, también conocida como Tres Caídas, sorprende con su caída de más de 500 metros durante la temporada de lluvias. Es un destino ideal para los amantes del ecoturismo y la cultura totonaca.

Está ubicada a 7 kilómetros del centro del municipio y se accede con una caminata corta. Su entorno selvático y su belleza intacta la convierten en un paraíso poco explorado.

3. Cascadas Paraíso en Honey

El , en el municipio de Honey, alberga diez impresionantes cascadas inmersas en un bosque de pinos y encinos. Entre las más conocidas están El Beso, Fuente de Vida y la Cascada de los Duendes.

La caminata para recorrerlas dura entre tres y cuatro horas e incluye puentes colgantes, acantilados y senderos. Es un lugar ideal para avistar fauna silvestre como tigrillos, aves y tuzas.

4. Cascada San Agustín Ahuehuetla

En la Mixteca poblana, a solo una hora de la capital del estado, se encuentra la cascada de San Agustín Ahuehuetla, también conocida como El Aguacate. Sus aguas turquesas y sus dos caídas principales la convierten en un oasis natural perfecto para desconectar.

El acceso es a través de una caminata de 2 kilómetros desde el pueblo. La entrada cuesta 50 pesos y es un sitio pet-friendly, ideal para visitar en familia.

5. El Cielo de Mazolapa

A dos horas y media de Puebla capital, en Hueytamalco, se ubica la cascada El Cielo de Mazolapa, también llamada Iluikatl, que en náhuatl significa “agua del cielo”. Su caída parece fundirse con el horizonte, creando un paisaje digno de postal.

Para llegar, se toma la carretera Puebla–Teziutlán hasta Nautla. Es un destino perfecto para los amantes del senderismo, la fotografía y la tranquilidad.

6. Cascada Corazón del Bosque

En el Pueblo Mágico de Cuetzalan, la cascada Corazón del Bosque ofrece un entorno sereno entre cafetales y vegetación densa. Tiene una caída de 15 metros, ideal para nadar o simplemente disfrutar del sonido del agua.

Se accede desde San Andrés Tzicuilan con una caminata de 45 minutos o un paseo a caballo. Abre de 9:30 a 17:00 y cuenta con escaleras y miradores acondicionados.

7. Cascada Totolapa

A solo 15 minutos de Huauchinango se encuentra la cascada de Totolapa, también conocida como Chimila. Alimentada por el río Texcapa, esta cascada cae sobre una poza de agua azul turquesa, rodeada de rocas que, según los pobladores, parecen tener rostros tallados por la naturaleza.

Cascada Totolapa | Foto: Instagram rogeliolopezan
Cascada Totolapa | Foto: Instagram rogeliolopezan

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Está ubicada a 7 kilómetros del centro de Huauchinango, y es ideal para nadar y relajarse.

¿Por qué visitar las cascadas de Puebla?

Las cascadas de Puebla ofrecen una experiencia única lejos del turismo masivo. Sitios como Ahuehuetla o Alpopoca son cuidados por comunidades locales que promueven el respeto y la conservación del entorno.

Desde los paisajes místicos de Totolapa hasta el recorrido natural de Honey, cada destino es una oportunidad para redescubrir la belleza del estado. Empaca tu mochila, lleva calzado cómodo y prepárate para conocer estas maravillas naturales que te dejarán sin aliento.

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