Puebla es un estado que destaca por su riqueza geográfica y diversidad. Y qué mejor manera de iniciar junio que conociendo sus siete maravillas naturales. Estos sitios no solo ofrecen paisajes espectaculares, sino también experiencias únicas para quienes buscan aventura, contacto con la naturaleza y un respiro del entorno urbano.
1. Salto de Quetzalapan
Ubicado a solo 18 minutos de Chignahuapan, este salto de agua es uno de los más impresionantes de la Sierra Norte. Con una caída de 100 metros, el Salto de Quetzalapan está alimentado por el río homónimo que proviene de la laguna de Chignahuapan.
Para llegar a la base de la cascada es necesario descender 365 escalones, pero el esfuerzo vale la pena. Además, el sitio cuenta con tirolesa, senderos, puente colgante, zona de campismo y vestigios de una antigua planta hidroeléctrica.
2. Valle de las Piedras Encimadas
En el Pueblo Mágico de Zacatlán, este enigmático valle alberga formaciones rocosas volcánicas con más de un millón de años de antigüedad. Su forma esculpida por la erosión ha dado pie a decenas de leyendas.
Además de recorrer el paraje y contemplar su extraña belleza, el lugar ofrece actividades familiares, zona gastronómica y espacios para deportes extremos.
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3. Cascadas Tulimán
Muy cerca de Zacatlán se encuentra este sistema de cascadas enclavado en un parque ecológico. Con caídas de agua de hasta 350 metros, Tulimán es ideal para hacer senderismo, observar aves y disfrutar del bosque.
La zona cuenta con árboles monumentales, pozas naturales y servicios para quienes buscan una experiencia más completa.
4. Parque Nacional Iztaccíhuatl-Popocatépetl
Este parque forma parte de la Sierra Nevada y se extiende por más de 40 mil hectáreas entre Puebla, México y Morelos. Fue declarado Parque Nacional en 1935 y en 2010 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) lo designó Reserva de la Biosfera.
Aquí convergen especies endémicas, ecosistemas de alta montaña y sitios sagrados para culturas originarias. Su biodiversidad lo convierte en un pulmón ecológico de enorme valor.
5. Volcán La Malinche
Con más de 4 mil 400 metros de altura, La Malinche es la quinta montaña más alta de México y uno de los destinos preferidos para practicar senderismo y montañismo.
Localizado entre Puebla y Tlaxcala, este volcán inactivo resguarda una gran diversidad de flora y fauna, además de ser un sitio ceremonial ancestral para las comunidades locales. Su ascenso ofrece vistas panorámicas que cortan el aliento.
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6. Laguna de Alchichica
Esta laguna salina se formó en el cráter de un volcán extinto. Ubicada en el límite entre Puebla y Veracruz, es considerada un axalapasco: un cuerpo de agua de origen volcánico con alto contenido de sales.
Su tonalidad turquesa y la flora microscópica que habita en ella la han hecho objeto de estudios científicos. Además, es protagonista de leyendas sobre luces misteriosas y seres mitológicos, lo que le otorga un aura enigmática.
7. Cuevas Karmidas
Situadas en Zapotitlán de Méndez, estas grutas subterráneas destacan por sus estalactitas y estalagmitas de formas sorprendentes. Durante el recorrido se visitan salas como la del Silencio, la de los Recuerdos y la Laguna Encantada, donde el agua refleja las formaciones rocosas como si fuera un espejo.
En temporada de secas, las sales minerales generan un fenómeno visual conocido como “lluvia de estrellas”.
Estas 7 maravillas naturales de Puebla son perfectas para planear escapadas de fin de semana, tomar fotografías espectaculares o simplemente desconectarse del ritmo acelerado de la ciudad. Ya sea que te guste el senderismo, la exploración o la contemplación, Puebla te espera con escenarios que parecen salidos de otro mundo.
