En México y en el mundo existen imponentes construcciones hidráulicas de piedra, que fueron hechas originalmente para proveer de agua a un poblado. En la actualidad, estas obras cautivan a todos los viajeros por la belleza e ingeniería que aún poseen.
Afortunadamente en Puebla puedes encontrar este tipo de estructuras. Es por ello que hoy te traemos los acueductos más bonitos del estado.
Los acueductos son conductos artificiales que sirven para trasladar el agua de un sitio a otro. De acuerdo con el “Diccionario de la Lengua Española” de la RAE, se denomina así a un conducto de agua formado por canales y caños subterráneos o por arcos levantados.
Los acueductos más bonitos de Puebla
El Acueducto Sor Juana Inés de la Cruz fue construido entre el siglo XVIII y siglo XIX. Tiene una longitud aproximada de 400 metros, consta de 53 columnas y fue elaborado con piedra y cubierta de vigueta y ladrillo.
El acueducto de Tecamachalco es una construcción del siglo XVI, hecho para surtir de agua al convento. Su edificación reunió la tradición arquitectónica de los acueductos españoles y el conocimiento indígena de las acequias.
Este acueducto, de 14 arcos fue construido en el siglo XVII por la necesidad de abastecer a la población de agua pura del volcán Popocatépetl.
Este acueducto data del siglo XVI. Es uno de los acueductos más antiguos de Puebla y está ubicado en la región oriente, justo en el camino que conduce al volcán Citlaltépetl.
El Sifón "Huexotitlanapa" en Tecali de Herrera tiene una longitud de 485 metros y un diámetro de 5.05 metros. Su construcción comenzó en el sexenio del general Manuel Ávila Camacho, en 1942, y concluyó en 1946. Actualmente abastece más de 42 mil hectáreas de tierras de campesinos que cosechan maíz, frijol, alfalfa, avena y sorgo.
El Acueducto de la ex-hacienda de San Nicolás Tolentino, en Izúcar de Matamoros, fue construido en el siglo XVII y durante ese periodo abastecía las haciendas que trabajan con la caña de azúcar.
El Acueducto de Matlala fue una arquitectura con gran legado histórico, según Antonio de las Casas Gómez e Isabel García García en la investigación “Acueductos en las Haciendas de México” esta obra fue construida por el arquitecto español Lorenzo Martínez de la Hidalga en el siglo XVI, cuando era dueño de las haciendas de Matlala y Colón.Lamentablemente, este legado histórico, colapsó tras el sismo del 19 de septiembre del 2017 y únicamente queda su esplendor en la obra del pintor italiano Eugenio Landesio y en algunas fotografías que capturaron su belleza.