Puebla es una de las ciudades más hermosas de México.

Aunque la capital poblana es uno de los destinos turísticos sin playa más visitados, hay muchos otros lugares para visitar en el estado.

Puebla es una gran opción por ser un estado muy cercano a la CDMX. Aunque, recuerda que antes de planear cualquier viaje debes investigar el en la localidad y si está abierto el sitio que quieres visitar.

Los lugares para visitar en Puebla ofrecen una exquisita gastronomía, hermosas artesanías y, en general, precios mucho más accesibles que los de la capital del país.

Tanto el centro histórico de la ciudad de Puebla como algunos de los monasterios del siglo XVI en las laderas del Popocatépetl fueron declarados .

Además, Puebla cuenta con nueve Pueblos Mágicos. No es de extrañar, entonces, que el estado sea uno de los destinos turísticos más importantes del país.

Aquí, algunas de las maravillas que ofrece y que van más allá de Puebla capital.

1. Africam Safari

Se ubica a 16.5 kilómetros de Puebla capital.

Africam Safari es un zoológico semiabierto, pues algunos de los animales que ahí habitan están en libertad controlada y otros en cautiverio. El lugar alberga a unos 2 mil 500 animales de 350 distintas especies.

Africam Safari está dividido en distintas zonas y podrás ver a animales raros como un rinoceronte blanco y uno negro, además de leones, cebras, lemures, canguros, hienas, flamencos, aves australianas, jaguares, elefantes, hipopótamos, búfalos y muchos más. Hay una zona exclusiva de insectos y tarántulas, murciélagos y mariposas.

Normalmente, el recorrido o safari, se hace parte en auto y parte a pie.

¿Africam Safari está abierto?

En este momento, puedes visitar a Africam Safari a través de su programa a puertas cerradas, en el que una familia de hasta cinco miembros puede elegir, de entre varias opciones, un recorrido de dos horas y media en el que podrá alimentar a los animales.

La visita va dirigida por un guía experto. El costo es de 5 mil pesos por familia y puedes reservar .

Normalmente, las entradas cuestan 295 pesos por adulto y 280 pesos por niño.

2. Ermita del Silencio

La Ermita del Silencio es una casa franciscana TOR (de la Tercera Orden). Se trata de un recinto católico que ofrece retiros espirituales.

Está ubicada a unos 22 kilómetros de la ciudad de Puebla, y la forma más sencilla para llegar es dirigirse a Cholula y seguir hacia Nealtican; continuar por la carretera hasta San Nicolás de los Ranchos y Santiago Xalitzintla; seguir por un camino de terracería (en buen estado) hasta llegar al Paso de Cortés, de donde se parte para las rutas de senderismo a los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl; aquí hay que estar atento a los letreros que indican el camino hacia la Ermita del Silencio.

La Ermita del Silencio está abierta solo unas horas los fines de semana (siempre que no haya retiro).

Sin embargo, aunque no puedas entrar, visitar sus alrededores vale la pena.

Es un sitio que transmite una inigualable paz y tranquilidad y además se puede disfrutar de los arroyos, cascadas y paisajes increíbles que ofrecen el parque Popo-Izta y los volcanes.

3. Xicotepec

Es un Pueblo Mágico con mucha tradición cafetalera, en medio de una exuberante, bella y poco común vegetación.

Los alrededores de Xicotepec son ideales para practicar deportes extremos y senderismo. Los paisajes que ofrece son realmente especiales y su olor a café te atraerá desde kilómetros antes de llegar.

Visita aquí la Parroquia de San Juan Bautista y una monumental escultura de la Virgen de Guadalupe de 30 metros de altura. Conoce también la Xochipila, un centro ceremonial en honor a Xochipilli, diosa azteca de las flores y las artes.

Debes pasear por el jardín central, de los más bellos en el estado de Puebla por sus flores y árboles podados de distintas formas, y por su pintoresco kiosko.

Para llegar, deberás tomar la carretera México-Puebla; atravesar o rodear Tlaxcala rumbo a Apizaco; seguir por la 119; y luego tomar la 119D en Chignahuapan, pasando por Huauchinango hasta Xicotepec.

4. Cantona

Es una de las zonas arqueológicas de . Se encuentra a 103 kilómetros de la capital poblana.

Cantona significa casa del sol; este sitio arqueológico pertenece a la cultura olmeca-xicalanca. Al parecer, fue abandonado unos 300 años antes de la llegada de la Conquista.

Aunque no es muy conocida por el público en general, es una de las zonas arqueológicas más grandes en esta región del país, con una extensión de poco más de 12 kilómetros.

En su apogeo, Cantona fue rival acérrima de Teotihuacán, cortando el paso hacia aquella ciudad de los mercaderes, lo que contribuyó a su eventual declive.

Cantona se edificó sobre la lava endurecida del volcán Jalapasco, y eso le da un aspecto único. Por otra parte, se considera la ciudad más urbanizada del México prehispánico por la elaborada planeación y simetría de sus edificios. En algunas de sus pirámides hay paso libre, si lo quieres visitar.

En la zona abunda la obsidiana que se trabaja en talleres de los alrededores.

Para llegar desde Puebla, debes tomar la autopista México-Orizaba; te desvías en la caseta de Amozoc con destino a Oriental; y aquí tomas la desviación rumbo a Tepeyahualco.

5. Cascadas Tulimán

Es un lugar ideal para visitar y cumplir con el distanciamiento social.

Las Cascadas de Tulimán se encuentran en un parque ecológico a unos 35 minutos del Pueblo Mágico de Zacatlán de las Manzanas y a unas tres horas (si el tráfico lo permite) de la Ciudad de México.

El Parque es tan grande que se divide en varias zonas. Ofrece cabañas rústicas donde dormir, zona de campamento, tirorelas, senderos para caminar y, la cereza en el pastel: un conjunto de cascadas escalonadas que alcanzan hasta los 300 metros de altura.

Es un lugar boscoso, donde hay constantemente la neblina y el frío impera. Este paraje es idóneo para quienes buscan escapar de sitios atiborrados de turistas y solo quieren disfrutar de las actividades al aire libre.

6. Ex Hacienda de Chautla

La Ex Hacienda de Chautla se encuentra más o menos a una hora desde la ciudad de Puebla.

Se ubica en las afueras del pueblo de San Lucas el Grande.

En la Ex Hacienda de Chautla se encuentra un castillo a orillas de un lago artificial rodeado de bosque. Se trata dell Castillo de Gillow, que data del siglo XIX, fue construido por Eulogio Gillow, bisnieto de Manuel Rodríguez de Pinillos, el dueño original, aunque Eulogio nunca lo habitó.

El castillo tiene tres pisos y cuatro torres y destaca por su fachada de ladrillos rojos. En la actualidad, el castillo y la extensión que lo rodean están abiertos al público, y se puede visitar el interior de la construcción.

En el lago artificial se puede practicar la pesca de truchas que puedes cocinar ahí mismo, en asadores.

Es posible pasar la noche en su hotel.

7. Huauchinango

Se trata de un , ubicado a dos horas y media de la ciudad de Puebla, por la carretera 112.

Huauchinango significa Lugar entre árboles, y, efectivamente, está rodeado de bosques, cascadas y ríos, por lo que es un sitio ideal para los deportes extremos y el turismo de aventura.

Visita la Plaza de la Constitución, donde las mujeres del pueblo de Cuacuila venden tamales y cacahuates hervidos y tostados. Debes conocer el Santuario del Señor del Entierro, la Capilla de la Virgen de Guadalupe y la Iglesia de la Asunción. Su colorido zócalo te dejará encantado.

A tan solo 15 minutos de Huauchinango se encuentra una de las cascadas más bellas del estado, la Cascada Totolapa, con aguas de color turquesa, que definitivamente vale la pena visitar.

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