Además de su arquitectura colonial, cultura y gastronomía, Puebla alberga también una serie de bellezas naturales que, aunque cautivadoras, pueden representar un peligro inesperado para sus visitantes.
Para los amantes de la adrenalina y los deportes extremos, estos lugares se han convertido en destinos turísticos ideales para poner a prueba su valentía y habilidades, sin hacer caso del peligro o las restricciones que los acompaña.
A continuación te presentamos cinco destinos naturales que son hermosos, pero a su vez, peligrosos.
La leyenda dice que en su interior hay una sirena que atrae a los hombres al fondo del agua.
Esta misteriosa laguna se encuentra en medio del desierto, pero lamentablemente por tu seguridad no es posible nadar aquí, ya que contiene altos grados de salinidad y el agua es demasiado fría y profunda.
Otro de los factores que hacen que el ingreso a esta laguna esté totalmente prohibido, es por la flora y fauna que hay en el cuerpo de agua, como los ajolotes, charales y cochinilla acuática.
Así como los estromatolitos que se encuentran en la orilla y son muy similares a los microorganismos de Cuatro Ciénagas, Coahuila.
La Laguna de Alchichica está ubicada en el municipio de Tepeyahualco de Hidalgo, a hora y media de la capital poblana.
Esta cascada se encuentra en el municipio de Molcaxac, un lugar rodeado de cavernas, cascadas y aguas color turquesa.
El nombre de esta cascada se debe a que en esta poza habitan algunas especies de pequeños pececillos, los cuales aún se pueden ver cuando ingresas a nadar.
La poza tiene una profundidad de entre 1.80 y 2 metros en su orilla, mientras que el centro tiene entre cinco o seis metros y en la parte de la roca por donde cae el agua llega a alcanzar hasta los 15 metros de profundidad.
A pesar de que puedes ingresar a este cuerpo de agua, los guías recomiendan que ingreses siempre y cuando sepas nadar o bien, que uses un equipo salvavidas como chalecos o flotadores para evitar accidentes.
La cascada está en la sierra mixteca en el municipio de Molcaxac, a tan sólo 1 hora y 40 minutos de la capital poblana.
Esta cueva se localiza en la Sierra Negra de Puebla y es una de las cuevas más grandes de América.
De acuerdo con los especialistas, es un estratovolcán y tiene un volumen de 5.9 millones metros cúbicos, casi 63 mil metros cuadrados.
Fue explorada por primera vez en 1999 y tras varias expediciones, los espeleólogos determinaron que esta cueva mide 400 metros de largo por 240 metros de ancho con una altura de 225 metros.
Los expertos aseguran que La Muñeca Fea es la cuarta sala más grande del mundo y aquí cabrían seis Estadios Azteca en su interior.
Por su tamaño no se recomienda visitar este lugar si no vas acompañado con algún experto o un grupo, además de llevar el equipo necesario para su descenso.
Para llegar hasta esta cueva debes trasladarte primero a Tehuacán y después hacia Zoquitlán.
Una vez llegando, te debes de dirigir a la localidad de Cruztitla, donde tendrás que subir hora y media hasta la boca de la Cueva Tlamanictli, la entrada hacia el salón de la Muñeca Fea.
Como si fuera la entrada al inframundo, esta caverna tiene una extensa profundidad y se encuentra en la Sierra Madre Oriental. Para ser más precisos, en Cuetzalan del Progreso.
La Garganta del Diablo, parece sacada de una película de terror, puesto que algunos comentarios afirman que desde que entras a esta caverna la luz va desapareciendo poco a poco mientras escuchas el fluir de agua subterránea.
De acuerdo con la página de Turismo de Cuetzalan, recibe este nombre por la forma de una campanilla de garganta en su entrada.
La leyenda dice que una vez terminado tu recorrido debes pronunciar tres veces tu nombre en voz alta, ya que solo así tu alma podrá regresar o te quedarás atrapado.
Esta caverna está en San Miguel Tzinacapan, a 10 kilómetros del centro de Cuetzalan del Progreso.
El Popocatépetl es la segunda montaña más alta de México, su nombre viene de una expresión indígena en lengua náhuatl que significa "montaña humeante”.
De acuerdo con un documento de la Coordinación General de Protección Civil de Puebla, una de sus primeras erupciones ocurrió en 2999 antes de Cristo.
La dependencia señala que en la primera mitad del siglo XX, se registró una actividad menor en cuanto a emisiones de gases, pero alta en cuanto a sismicidad.
Fue hasta 1994 que se le conoce como el año en el que despertó el volcán y que por primera vez en los registros históricos se presentó la evacuación de alrededor de 50.000 personas, mientras que otras 30.000 tuvieron que ser albergadas.
Este aumento en su actividad ocasionó que el Centro Nacional de Prevención de Desastres y Protección Civil, cerrara el paso a todo mundo por su seguridad, además se restringió el área de acceso desde el cráter hasta 12 kilómetros a su alrededor, ya que las explosiones expulsan rocas con temperaturas superiores a los 1000 °C y de diferentes dimensiones, incluso del tamaño de un automóvil.
Pese a las restricciones, la gente sigue subiendo de manera clandestina guiados por la misma comunidad aledaña, sin importarles poner en riesgo su vida.
Cabe destacar que el riego por subir al volcán no solo es para las personas que ascienden, sino también para los cuerpos de emergencia que deben de movilizarse para el rescate, poniendo en riesgo a más personas.
Por último, recuerda que a pesar del atractivo de estos desafíos naturales, las autoridades y expertos en turismo de aventura, enfatizan la importancia de la preparación y el respeto por las normas de seguridad.
Esto incluye el uso de equipo adecuado y estar acompañado por guías experimentados. Así como conocer las restricciones y prohibiciones de cada uno de ellos.