A tan solo hora y media de la capital poblana se esconde un rincón natural que parece salido de una postal: una cascada de aguas turquesas que nadie cree que está en Puebla. Se trata de las impresionantes cascadas de San Agustín Ahuehuetla, también conocidas como El Aguacate, ubicadas en el municipio de Huehuetlán el Grande.
Este destino sorprende por sus paisajes semidesérticos, sus formaciones rocosas y sus caídas de agua cristalina que cambian de tono según la luz y los minerales del entorno.
Ideal para los amantes del ecoturismo, la fotografía y el senderismo, este paraíso escondido ofrece una experiencia única en contacto con la naturaleza.
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Puebla es un estado que guarda múltiples tesoros naturales, pero las cascadas de San Agustín Ahuehuetla destacan por sus aguas de tonalidades turquesa y jade. Cada una de sus caídas forma pozas naturales que invitan a sumergirse y disfrutar de un baño refrescante, sobre todo en temporada de calor.
El trayecto para llegar a estas cascadas es una aventura en sí misma. Desde el punto de acceso, se realiza una caminata de entre 40 y 60 minutos por un sendero que bordea el río Huehuetlán. Durante el recorrido, los visitantes atraviesan un entorno contrastante: primero, un paisaje árido con grandes cactáceas, y más adelante, zonas más frondosas, especialmente en época de lluvias.
Además del chapuzón en las pozas, en este sitio se puede hacer observación de aves, como tecolotes, y encontrar peces en el río. El ambiente es perfecto para desconectarse del ruido urbano y conectar con la naturaleza.
El acceso a las cascadas de El Aguacate Puebla tiene un costo aproximado de 50 pesos por persona, que se paga en el estacionamiento, punto desde donde inicia la caminata hacia las caídas de agua. Este precio puede variar según la temporada, por lo que se recomienda verificar antes de ir.
El trayecto en coche también es parte de la experiencia: se debe tomar la carretera hacia la comunidad de San Agustín Ahuehuetla, y luego seguir los señalamientos hasta llegar a un camino de terracería de aproximadamente 20 minutos. A partir de ahí, se continúa a pie.
Para disfrutar al máximo de este destino, toma en cuenta las siguientes recomendaciones:
Visitar las cascadas de aguas turquesas que nadie cree que están en Puebla es una experiencia que combina aventura, belleza natural y tranquilidad. Sin duda, uno de los secretos mejor guardados del estado que vale la pena descubrir.