En el corazón del semidesierto poblano, al noroeste de , se encuentra uno de los secretos paleontológicos más fascinantes del país: un lugar en Puebla donde caminaron camellos prehistóricos, una zona rica en historia natural que revela cómo era este territorio hace millones de años, cuando lo que hoy es tierra árida estuvo cubierto por un gran lago frecuentado por animales sorprendentes como felinos, flamencos y, sobre todo, camellos.

Este viaje al pasado se hace posible gracias a la zona paleontológica Pie de Vaca, ubicada a menos de dos horas de la ciudad de Puebla. Ahí, entre formaciones rocosas del Cenozoico Tardío, es posible observar huellas fosilizadas de diversos mamíferos que habitaron la región hace aproximadamente 35 millones de años. La mayoría de estas huellas han sido atribuidas a camellos, lo que convierte al sitio en un punto clave para comprender la fauna prehistórica de América del Norte.

Foto: Museo Regional Mixteco-Tlayúa
Foto: Museo Regional Mixteco-Tlayúa

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¿Por qué se llama Pie de Vaca?

El nombre "Pie de Vaca" proviene precisamente de la apariencia de estas pisadas fosilizadas, que semejan las de ganado bovino. Sin embargo, los especialistas han determinado que pertenecen a especies mucho más antiguas, entre ellas, camélidos que alguna vez caminaron por las orillas de un antiguo lago ya desaparecido.

Muy cerca de ahí se encuentra el , que forma parte del proyecto cultural y científico liderado por la . Concebido inicialmente como un museo de sitio, bajo el nombre de Museo Pie de Vaca, hoy cuenta con cinco salas y un patio donde se exhiben fósiles encontrados tanto en Pie de Vaca como en la cantera Tlayúa.

Este museo no solo preserva restos paleontológicos de gran valor, sino que también incorpora conceptos geológicos, antropológicos y arqueológicos que resaltan la riqueza de la región. Uno de los hallazgos más importantes es la evidencia de que esta zona formó parte del mar y, hace 475 millones de años, estuvo involucrada en la colisión entre los continentes de África y Norteamérica.

Foto: Museo Regional Mixteco-Tlayúa
Foto: Museo Regional Mixteco-Tlayúa

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Cantera de Tlayúa: fósiles marinos de hace 100 millones de años

La cantera de Tlayúa, descubierta por el investigador Miguel Aranguthy, es una fuente inagotable de fósiles en excelente estado de conservación. Las rocas de la región también revelan que esta área fue testigo de un vibrante intercambio cultural y comercial durante el periodo Clásico, en especial por la producción de la cerámica conocida como "Anaranjado Delgado", característica de la cultura teotihuacana.

Además de su riqueza natural, Tepexi de Rodríguez, cuyo nombre en náhuatl significa “lugar de precipicios”, ofrece una experiencia arquitectónica con construcciones coloniales como el templo de Santo Domingo de Guzmán y el palacio municipal, ambos del siglo XVI.

Visitar esta región no solo permite conocer un pasado remoto donde camellos prehistóricos caminaban por el desierto de Puebla, sino también apreciar la importancia cultural, científica y natural que resguarda este rincón del país.

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