Uno de los Pueblos Mágicos más encantadores de Puebla se ha convertido en una opción ideal para quienes buscan tranquilidad, belleza natural y bienestar durante su jubilación. Este destino, ubicado al noroeste del estado, ofrece paisajes de ensueño, arquitectura tradicional, riqueza cultural y, sobre todo, aguas termales con propiedades curativas que lo hacen perfecto para el retiro.
A poco más de dos horas de la Ciudad de México y a menos de dos horas de Puebla capital, Chignahuapan combina comodidad, clima templado y un entorno lleno de tradición y naturaleza.
¿Dónde vivir después de la jubilación?
Con una altitud de 2 mil 280 metros y una temperatura media anual de 12 °C, Chignahuapan ofrece un clima semifrío ideal para quienes prefieren entornos frescos y saludables. Al finalizar la vida laboral, muchos mexicanos buscan destinos que les permitan descansar, mantenerse activos y rodearse de naturaleza. Este Pueblo Mágico cumple con todas esas condiciones, y más.
Sus aguas termales sulfurosas, provenientes de manantiales naturales, no solo son relajantes, sino que también son conocidas por sus propiedades terapéuticas. Visitar sus pozos termales o pasar un día en sus balnearios es una experiencia revitalizante.
Además, su cercanía a centros urbanos como Tlaxcala, Pachuca o Puebla permite acceder fácilmente a servicios de salud y otras necesidades esenciales sin perder el ambiente tranquilo y pintoresco del pueblo.
¿Qué hay de bonito en Chignahuapan?
Chignahuapan no solo es conocido por sus aguas termales; también es un destino lleno de historia, cultura y color. Su nombre proviene del náhuatl y significa “lugar sobre las nueve aguas”, haciendo referencia a la abundancia de ríos, lagunas y manantiales en la zona.
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En su plaza principal destaca el kiosco de estilo mudéjar y la colorida parroquia de Santiago Apóstol. Muy cerca se encuentra la Basílica de la Inmaculada Concepción, donde se resguarda una de las imágenes marianas más grandes del mundo.
La Laguna de Almoloya, a unas cuadras del centro, es perfecta para pasear, relajarse o pescar. Para una vista inolvidable, basta con subir al Cerro Colorado y contemplar el valle y las casitas de colores con techos de teja que decoran el paisaje.
Otro de sus mayores atractivos es la Cascada del Salto de Quetzalapan, una impresionante caída de agua rodeada de vegetación que parece sacada de un libro de aventuras.
La gastronomía local es otro punto fuerte. En el mercado municipal se puede disfrutar de barbacoa con consomé de borrego, tlacoyos de alberjón, mole poblano, dulces de calabaza, tejocote y jaleas. También destacan los jamoncillos, el pan de queso y los licores artesanales de frutas, ideales como digestivos.
Además, Chignahuapan es famoso por la producción artesanal de esferas navideñas. Cada año, más de 200 talleres dan vida a millones de piezas que decoran hogares en todo el país. Esta industria ha llenado de colorido y alegría las fachadas del pueblo, convirtiéndolo en un lugar único.
Desde 2012, Chignahuapan forma parte del programa Pueblos Mágicos gracias a su riqueza natural y cultural. Para quienes están por jubilarse o ya lo han hecho, este rincón de Puebla representa una opción atractiva y accesible para establecer una nueva etapa de vida en armonía con la naturaleza.
Con sus aguas termales, paisajes verdes, aire puro y ambiente comunitario, Chignahuapan ofrece el escenario perfecto para un retiro digno y placentero.
