El cempasúchil, la flor originaria de México que no pueda faltar en el altar de Día de Muertos, ha sido considerada como afrodisiaca al ser consumida como aliment, de acuerdo con la Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

A lo largo de la historia de la medicina tradicional mexicana, el cempasúchil también ha sido empleado para tratar el dolor de estómago, curar los orzuelos y la fiebre.

A finales del siglo XIX, Eleuterio González mencionó que entre sus efectos el cepasúchil es estomáquico, febrífugo y antiespasmódico; "recomendada principalmente contra dolores y el tenesmo que acompañan a las disenterías".

Francisco Flores lo consideró útil "para acelerar la cicatrización de las heridas, cuando las úlceras eran de carácter canceroso.

"Cura el mal de ojos, los orzuelos y las lagañas. Para la anasarca, como emetocártico y diurético. En las retenciones de orina, para provocar su expulsión. Para combatir la impotencia en forma de preparado, la amenorrea, como diaforético. Para hacer más corto el período del frío de las fiebres intermitentes, volver el flujo menstrual y como afrodisíaco".

Narciso Souza refiere que en Yucatán es usada como remedio en las afecciones del bazo, estómago, hígado y como vermífuga.

Entre otros usos del cempasúchil están combatir los hongos como la Candida albicans (causante de infecciones vaginales), Candida utilis (afecciones respiratorias y urinarias), además del Aspergillus niger (presente en infecciones pulmonares).

En el Códice Florentino del siglo XVI donde se señala estas flores eran mezcladas con miel, para "curar la debilidad de los ojos y aun las nubecillas y leucomas".

Su uso más común es con infusiones de los pétalos de la flor, pero también se puede administrar como sahumerio, fritas, en baños o untada como fomento.

Según la tradición del Día de Muertos, las almas que regresan a visitarnos en el mundo de los vivos pueden hacerlo gracias a que son guiadas por el color y el aroma del cempasúchil.

Puebla es el principal productor de cempasúchil en México, con una producción anual de 15 mil toneladas, lo que deja una derrama económica de 42 millones de pesos.

De acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Rural de Puebla, en la entidad hay cerca de 525 familias de productores de flor de cempasúchil en 45 de los 217 municipios. Atlixco es el principal productor con 325 hectáreas de superficie.

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