La zona arqueológica de Amalucan es un tesoro aún no explorado de Puebla. De acuerdo con información publicada en la revista Cuetlaxcoapan, bajo el título “Los remotos orígenes, Puebla en tiempos mesoamericanos”, del arqueólogo Arnulfo Allende Carrera, se trata de un legado del que se tiene conocimiento desde hace más de 60 años.

“La zona arqueológica de Amalucan se conoce desde los años 60 del siglo XX, sin embargo, jamás se había realizado exploración arqueológica en el sitio sobre el cerro”.


El sitio está definido en dos sectores: un centro ceremonial con una red de canales de riego construidos entre el año 700 a. C. y el 200 d. C. en la planicie Oriental del cerro Amalucan y un conjunto ceremonial con dos montículos de dimensiones considerables alrededor de una plaza en la cúspide del cerro con una temporalidad muy tardía.

La zona arqueológica de Amalucan permanece oculta todavía | Foto: ancientmesoamerica.net
La zona arqueológica de Amalucan permanece oculta todavía | Foto: ancientmesoamerica.net

“El año 2018 el Centro INAH-Puebla llevó a cabo la supervisión de las obras de un parque urbano sobre el cerro Amalucan ejecutadas por el Gobierno del Estado. Se realizó registro y exploraciones controladas en modalidad de rescate arqueológico, logrando como resultado nueva información sobre el desarrollo urbano de Amalucan y su papel en el contexto cultural del valle central de Puebla en tiempos precolombinos”, se indicó.

En esa ocasión, “fueron descubiertos entierros humanos con ofrendas de vasijas y objetos de piedra verde en las laderas del cerro”.

Los hallazgos indican que el sitio se compone de un área habitacional en la ladera norte del cerro y un centro ceremonial circundado por una muralla de mampostería repellada con estuco en la cúspide.

Mientras que los materiales arqueológicos asociados dan cuenta de una temporalidad aproximada del 200 a.C. a 600 d. C., cuando la ciudad de Cholula estaba en pleno florecimiento.



En suma, la zona arqueológica de Amalucan espera pacientemente a ser descubierta. De hecho, hay colectivos que se pronuncian por el rescate de esa zona arqueológica, al tiempo que advierten que los vestigios podrían perderse como consecuencia del paso del tiempo o el crecimiento de la mancha urbana.

El tema pareció reavivarse cuando se erigió el Parque de Amalucan, pero a la postre parece estar en el olvido.

En términos generales, se considera que las bases piramidales de Amalucan casi son desconocidas, porque en su mayoría están enterradas, y sin un reconocimiento oficial por parte del INAH que contribuya a su preservación.

De cualquier forma, la zona arqueológica está ahí, al alcance de los potenciales visitantes, aunque permanece oculta.

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